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1, julio 2015 - 23:10

┃ Luis García Olivo

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HOUSTON.- Cuando se mostraba un mejor avance en el funcionamiento de México basado en el 4-4-2, la lesión de Javier “Chicharito” Hernández en el hombro derecho mandó todo a la borda. Ya que sin él, México no fue el mismo y perdió más por su salida que por lo “calientito” que representó el empate entre Tricolores y Bicolores.

Avances generales son difíciles de analizar, pues la salida del “Chicharo” significó un “parteaguas” del que nunca se pudo reponer el equipo de Miguel Herrera, pues antes dé existió un juego agresivo, colectivo y de forma, pero a su salida, la realidad es que no existieron las armas, mentalidad y fuerza para acabar con el rival.

La lesión en la clavícula derecha de “CH14” no solamente cimbró al combinado azteca, sino a todo México de cara a la Copa Oro, pues un hombre ofensivo le cambió el rostro al equipo que nuevamente mostró dos caras de la moneda, pero sí con una mejoría con esta nueva prueba.

MINUTO DE DOLOR

Con sabor amargo finalizó la primera parte del partido. El NRG vivió el minuto de silencio más largo de su historia, pues a la hora en que Javier Hernández cayó en jugada accidental con Brayan Beckeles al minuto 40, el inmueble enmudeció y la pena contagió a todos los presentes, pues el salir inmediatamente al hospital para ser atendido por la clavícula derecha, México ya perdía por su lesión.

El partido no fue el mismo, la chispa del “Chicharo” faltó pese a la entrada del “Cepillo” y una buena primera parte en donde únicamente lo que faltó fue el gol azteca, pues de Honduras solamente se registraron par de disparos por medio de Rommel Quioto y Brayan Acosta, en donde Ochoa respondió a sus exigencias.

Los reflectores se los llevó el “Chicharo” a su salida entre el llanto, desesperación y dolor, mientras que la rabia invadió a los 72 mil espectadores y al mismo Miguel Herrera, que a la hora de silbar el entretiempo se le fue con todo al silbante central, Armando Villarreal.

Hernández se fue directo al nosocomio, pero antes dejó de manifiesto su entrega y compromiso, pues en todo momento se le vio participativo en las jugadas que por poco abrían el marcador.

Y es que México fue de menos a más, controló la pelota, dominó el partido y fue amo y señor. Así que a nada estuvieron de anotar con dos “Velazos”. El delantero de la Real Sociedad estrelló en par de ocasiones los palos, por lo que se ahogó el grito de gol. Así que México demostró su dominio, siendo la banda derecha la más explotada.

Si los palos negaron el gol, también la poca fortuna de Javier Hernández antes de que se lesionara, pues en descolgada le tuvo miedo al gol y de zurda mandó desviado. Otro aviso y nada.

Enseguida se avivó Paúl Aguilar con un tiro-centro y el portero Escobar leyó bien la jugada, Honduras solamente aguantaba y Héctor Herrera le puso más emoción con jugada colectiva y una errónea definición, pero en sí fue uno de los mejores hombres. El Tricolor estaba ahí, incisivo, cerca del gol, con propuesta y un mejor primer tiempo del que fue contra los Ticos. El 4-4-2, dejaba un grato sabor, pero éste fue superado por el fatídico minuto de Javier Hernández.

A LA BORDA

Ya con las acciones de Oribe Peralta, México vivió adormilado los primeros veinte minutos de la segunda parte, el hueco que dejó el “Chicharo” fue duro de suplir. Eso lo supieron Guardado y Esquivel, quienes les costaba adelantar líneas. Herrera por su parte dejó ese juego vistoso y Gallito se amarró a su zona. México cambió su cara, sufrió un bajón.

Veinte minutos tuvo Vela y no encendió, Giovani y “Tecatito”, a escena con tal de recomponer la situación y ni así estaban en lo suyo, el equipo estaba más –mentalmente- con el “Chicharo” en el hospital que en el partido. La baja les pegó.

Así que Honduras se agrandó y tuvo par de destellos cerca del final, en donde a un corner le quisieron sacar jugo y se dieron la oportunidad de probar el tiro lejano. México estaba sedado y le costaba encontrar el futbol de los primeros 40 minutos. Por lo que también cayeron en la desesperación y los golpes fue lo que siguió, Tricolores y Bicolores encendieron los ánimos, Pinto hasta entró a separar y todo lució calientito.

Enseguida al “Tecatito” no le pitan un penalti dudoso y Giovani y Paúl Aguilar quisieron recobrar algo de fuerza. El del Villarreal probó con tiro libre y el del América con fenomenal cabezazo, aún así Honduras se salía con la suya y México se llevó un empate que lo dejó más cercano a la derrota, pues aunque exhibió por 40 minutos un buen futbol, todo eso se desboronó a la salida del Chicharo. Las alarmas se encienden de cara, a casi una semana, de la Copa Oro pues van dos lesionados y esto aún no comienza.