Los nuevos fanáticos del balonmano reconocerán elementos del fútbol, básquetbol e incluso de lacrosse en un deporte que se compite en una cancha de 40 por 20 metros en equipos de siete jugadores que pasan y driblan una pequeña pelota con sus manos. El juego es físico y de movimientos rápidos, los goles normalmente vienen en una rápida sucesión y los jugadores generalmente sacrifican a sus cuerpos para crear o interrumpir oportunidades de anotar. Sin detención del juego luego del gol, los equipos normalmente contraatacan rápidamente mientras van por el puntaje final que puede fácilmente ser de cincuenta goles o más en el conteo final.

El balonmano se agregó al programa de las competencias de los Juegos Panamericanos en 1987. En el medallero de Guadalajara 2011, Argentina y Brasil empataron en el primer lugar con una medalla de oro y una de plata cada uno. Chile y República Dominicana empataron en el tercer puesto con una medalla de bronce cada uno.

Tradicionalmente, los países europeos han dominado en balonmano, pero los países panamericanos, los sudamericanos en particular, han tenido un gran progreso recientemente, con el equipo femenino de Brasil que ha logrado su primer campeonato mundial en 2013.