En la competencia de nivel de elite, la pequeña pelota de squash puede alcanzar velocidades superiores a los 200 kilómetros por hora. Este deporte es rápido. Se juega en una cancha de 250 metros cuadrados con una pared trasera de vidrio. Todos los movimientos de la pelota y de los atletas se caracterizan por cambios instantáneos de dirección, puesto que la pelota rebota en la cancha y los competidores persiguen tiros hasta los rincones antes de volver a la posición dominante en el centro de la cancha.

Se compite en pruebas individuales, dobles y por equipos y exige precisión para mantener a la pelota fuera del techo y del suelo y sobre el “tin”, un límite de 48 centímetros que asegura que los tiros desde el frente de la pared tengan al menos la altura suficiente para que el oponente intente una devolución.

Los canadienses dominaron el squash en los Juegos Panamericanos y tienen más medallas de oro en este deporte que todos los otros países juntos. México mostró un gran desempeño en suelo local en Guadalajara 2011, donde ganó siete medallas.

La ventaja de competir en cancha local en 2015 podría producir resultados increíbles para Canadá. Se llevó todas las medallas de oro y una de bronce en este deporte en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999.