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10, julio 2015 - 23:05

┃ Luis García Olivo

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PHOENIX.- Pasadas las 19 horas locales (21 en México) y con casi 39 grados Celsius, México pasó de los vientos fríos de Chicago a las altas temperaturas de Phoenix, Arizona, segunda escala dentro de la Copa Oro.

A dicha hora el Tricolor arribó al hotel de concentración en esta ciudad. Contados aficionados y más medios de comunicación se dieron cita para atestiguar la llegada del combinado que enfrentará en esta sede a Guatemala, en lo que será la segunda fecha dentro del torneo dorado de la Concacaf.

Pocos aficionados no perdieron la esperanza de ver a sus ídolos, mientras que los medios de comunicación aguantaron una mínima ilusión para escuchar las declaraciones de alguno de sus protagonistas. Sin embargo, esto quedó en sueño, pues ningún elemento se acercó para platicar con la prensa.

Sin embargo, eso no impidió ver a un Tricolor bastante alegre y motivado por el comienzo que tuvo en el certamen, por lo que arribaron a Arizona con el deseo de sumar su segundo triunfo en la competencia.

Dicha alegría se notó a la hora en que descendió cada uno de los elementos, tanto cuerpo técnico y jugadores bajaron del autobús con sonrisas de oreja a oreja, como en el caso de Miguel Herrera, quien ya no es el mismo de hace casi un mes en donde el fracaso de Copa América lo atavió.

Hoy luce sereno, amable de nueva cuenta con los medios, sonriente y “dicharachero” como ha llegado a ser su costumbre, pues la victoria contra los cubanos los reconfortó.

Detrás de él apareció el grupo azteca, quien lució más contento. José Juan Vázquez caminó sin problemas alguno, sin secuelas de que hubiera tenido una molestia muscular previo al duelo contra los cubanos. A él siguieron Layún, Ochoa, Giovani y Vela, quienes fueron los más ovacionados por los cercanos veinte aficionados que llegaron al hotel.

Punto y aparte representó Jonathan dos Santos, quien fue uno de los pocos que se acercó hasta las vallas de seguridad y repartió autógrafos. Asimismo, el ídolo de la multitud Javier Hernández fue otro de los que se dejó querer y consintió a los aficionados, por lo que sin cabestrillo y con buena vibra hicieron “check in” en Phoenix.

Para este día, el Tricolor volverá a los entrenamientos y reconocerá la cancha del estadio de la Universidad de Phoenix para cerrar filas de cara al choque contra los chapines. (Luis García Olivo/ Foto: Jorge Barrera/Enviados especiales)

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