PHOENIX.- La NFL no se equivocó. Al contrario, se anotó una palomita más al escoger al estadio de la Universidad de Phoenix para albergar el más reciente Superbowl entre los Pats de Nueva Inglaterra y Halcones marinos de Seattle, por lo que la Concacaf y los organizadores de la Copa Oro copiaron la estrategia y apuntaron al estadio para acoger al Tricolor.

Sensacional y espectacular son algunas de las palabras para describir uno de los mejores estadios de los Estados Unidos. Su alta tecnología, entre su majestuosa estructura metálica, el domo y la cancha removible para “asolearse”, lo hacen único.

La casa de los Cardenales de Arizona está más que lista para la cartelera doble de la fecha dos del grupo C entre trinitenses vs. cubanos y mexicanos vs. guatemaltecos, éste último, el plato fuerte del día.

Los casi 40 grados el desierto de Arizona le hacen los mandados al estadio, su similitud con una olla de presión impide que un rayo o que una mínima ráfaga de calor lo traspase, por lo que dentro hervirá con la pasión de los casi 62 mil espectadores que se podrían dar cita, pues hasta el momento se han vendido 58 mil boletos, por lo que hoy volarán los últimos pases.

A inicios de año maravilló al mundo con el triunfo de los Pats en un Superbowl -XLIX- cardiaco, y hoy seguramente lo repetirá, pero ahora con el sabor latino y con un probable triunfo mexicano.

Así luce el estadio que se encuentra en Glendale, zona completamente árida y desértica, en donde lo único que brilla dentro del impresionante desierto es el inmueble metálico, que a lo lejos simula ser una nave espacial. Único e incomparable es el Universidad de Phoenix y México buscará dominarlo como lo hicieron Tom Brady y sus Pats. (Luis García Olivo/ Foto: Jorge Barrera/Enviados especiales).