La selección de Alemania Además de conquistar al mundo con sus triunfos y su título en la Copa del Mundo Brasil 2014, dejó su huella en Brasil por la realización de proyectos sociales con el objetivo de apoyar a la gente que los albergó durante poco más de un mes.

La Federación Alemana de Futbol invirtió cerca de medio millón de euros en la realización de 15 proyectos de ayuda social en la localidad de Santo André, en la provincia de Bahía, región en la que se hospedaron los germanos durante la realización de la Copa del Mundo.

El más importante de estos proyectos es “Los sueños de los niños 2014”, el cual implica la donación de Campo Bahía, el búnker que construyeron para sus entrenamientos, para la instalación de una academia de futbol infantil y el orfelinato ‘Ampare’ en Santo André. El complejo de 15 mil metros cuadrados se encuentra ubicado pocos kilómetros del aeropuerto y cuenta con una zona de alojamiento, piscinas y campo de entrenamiento.

Además, los alemanes realizaron donaciones económicas a fundaciones brasileñas, como los 15 mil euros que entregó para la reconstrucción de la Casa Mataus, albergue que se ha convertido en la casa de 200 niños y sus familias; así como los 10 mil euros que regalaron a los indígenas Pataxó para la compra de una ambulancia.

Todo esto se suma a las donaciones de ropa, bicicletas y algunos otro artículos que los alemanes decidieron entregar a manera de recuerdo a los brasileños que le abrieron las puertas de su hogar. Sin embargo, esta no es la primera vez que la Federación Alemana realiza este tipo de acciones, por el contrario se ha convertido en una tradición que ha beneficiado a miles de personas de los distintos países que han albergado alguna Copa del Mundo; incluido México.

En 1986, el presidente de la DFB, Egidius Braun, arrancó el proyecto ‘”Ayuda a México”, con el que la sede de la selección germana en Querétaro se convirtió en una casa hogar llamada “El Oasis de los niños”, misma que hoy en día recibe parte del dinero que gana Mannschaft en sus partidos amistosos, mientras que el resto de sus ingresos lo divide en los demás proyectos sociales que ha emprendido la DFB.