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19, julio 2015 - 21:45

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POR LUIS GARCÍA OLIVO
FOTOS JORGE BARRERA
ENVIADOS ESPECIALES

NUEVA JERSEY.-La falta de contundencia se tradujo en un obsequio para el Tricolor en lo que fue su pase a las semifinales de la Copa Oro.

Si bien el Tricolor pudo finiquitar la serie en los noventa minutos, prefirió llegar a los tiempos extra, pero evadió los penaltis gracias a que el silbante central, Walter López, validó un dudoso penalti sobre Oribe Peralta, mismo que dio tranquilidad al equipo verde, pero desató la furia entre los costarricenses que vieron su eliminación por la única diferencia que dio Andrés Guardado desde los once pasos.

El gol llegó hasta los últimos sesenta segundos y de manera circunstancial. Sin embargo, eso no borró la falta de contundencia del Tricolor en donde Vela, Oribe, “Tecatito” y hasta el mismo Guardado no pudieron concretar los incontables arribos de gol, por lo que mucha tarea es la que tendrán de aquí al miércoles en lo que será su cita de semifinales contra Panamá en Atlanta. Nuevamente de la tranquilidad a la urgencia, pero México ya es uno de los cuatro mejores en el torneo dorado.

EL JUEGO
Con dominios alternos, México y Costa Rica se reconocieron en la primera media hora. Buscaron el lado flaco y un tanto sumisos recorrieron el balón en gran parte de la cancha, simulando ser dos fieras merodeándose.

Las ideas tardaron en llegar, fue más el recorrido de la pelota y el posicionamiento en el terreno de juego. Los del “Piojo” presumieron aquel 5-3-2 que dio dividendos contra los trinitarios hasta el minuto 52, mientras que los Ticos también se vieron cuidadosos.

Pasada la media hora comenzó la hora de atacar. México lo entendió así, cambió de segunda a tercera velocidad y Carlos Vela fue el primero en tomar el esférico y probar su pierna derecha. A él siguió Andrés Guardado, quien se ha encariñado con el gol en este torneo, y desde larga distancia puso a volar al portero Esteban Alvarado para mandar a corner.

El Tricolor fue en busca del gol e inmediatamente Yasser Corona se levantó para rematar con la testa una pelota que fue a las manos del guardameta. Los Ticos ya se veían rezagados. Sin embargo, contaron con aquella jugada que nuevamente exhibió a la defensa mexicana en donde por poco Johan Venegas sorprendía a Memo Ochoa.

El balón transitó sin dueño alguno y por poco se iba con el que más llegadas contabilizó, pues Oribe Peralta mandó por arriba una pelota luego de haber dejado a dos en el camino, por lo que no se perdonó su error. El entretiempo arribó no sin antes dejar un grato sabor en las gradas.

México regresó a la cancha animado y ahora sí demostró el dominio, por lo que en la primera tuvo, Layún mandó pase largo a Vela, quien le bajó el balón a Oribe para que únicamente definiera, pero el palo dijo no.

El “Piojo” apeló a los recuerdos de Orlando y mandó al terreno a Carlos Esquivel para ahora sí finiquitar, el “Zorrillo” a la banca. Con el ingreso del choricero, el Tricolor fue agresivo y comenzó a darle un baile a los ticos, siendo la banda izquierda la más utilizada. Así que el “Principito” lo mandó a la borda y en la primera que tuvo Esquivel sacó tiro machucado que se estrelló en el travesaño, enseguida se le presentó otra en donde mandó por arriba su disparo.

México ya tenía más llegada, pero al igual que ante chapines y trinitarios les faltaba la contundencia, misma de la que también se vio afectado Carlos Vela, pues tuvo dos oportunidades para anotar y las mandó a volar, ocasiones cantadas de gol.

De los ticos nada, el Tricolor los borró, solamente el gol se resistía, se ahogaba y asfixiaba a un Miguel Herrera que contó las manecillas del reloj al ver la entrada de los tiempos extra, pese a los ingresos de “Tecatito” y Alanís, éste último por lesión de Yasser Corona.

EL GOL DEL PASE
Sin tiempo que perder comenzó la media hora extra, la segunda de la cartelera. Por ello, “Tecatito” aprovechó su energía para abrir, más allá de sus jugadas vistosas, pero irreparablemente el partido sufrió un bajón repentino en donde ya no hubo tanta llegada y sí coraje por no meter las de Oribe o Vela en el tiempo regular.

Para el último cuarto, México regresó al ataque, pero le tocó sufrir en llegada de Campbell a donde Ochoa salvó. Antes, Oribe no aprovechó un centro y un gran trazo de Guardado. Nuevamente falló. Los penaltis eran cuestión de minutos. Sin embargo, en los últimos sesenta segundos, México se vio beneficiado por un dudoso penalti sobre de Miller sobre Oribe, la caída fue un tanto exagerada y el silbante lo decretó como bueno.

La decisión arbitral cayó como un bálsamo a la banca Tricolor que festejó en grande, los jugadores se resistieron a llegar a la serie de penaltis y Andrés Guardado se vistió de gloria al dar el punterazo del pase a las semifinales, por lo que un eterno alivio contradijo con la furia de los ticos que refutaron “su robo”.

El pase se vistió de verde, increíblemente sufrió de más, no querían los penaltis pues la historia dice que no son lo suyo, y aunque parezca extraño la justicia se dio en el contexto de que México fue el qué más buscó la victoria. Siguiente escala: Georgiadome de Atlanta frente a Panamá.

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