POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
FOTOS: ÉRIK ESTRELLA ENVIADOS ESPECIALES
TORONTO, Canadá.- La mesa puesta para México. Reservación especial, banquete en honor para Saúl Gutiérrez, que no dejó ni los huesos. Lo mejor de la jornada llegó con la última pelea de la noche, exquisitez, para chuparse los dedos: México contra Maxime Potvin, de Canadá. El anfitrión arregló todo cuanto pudo para la comilona, sería fantástica, decían. Nadie se imaginó el hambre del mexicano y Canadá sólo se quedó mirando. Viendo cómo Saúl se daba un suculento festín y hasta llevándose itacate. EMPATE Duelo en los 68 kilogramos, enfrentamiento de taekwondoínes, ambos destacados. Los dos con los méritos suficientes, pues a toda costa llegaron a la final. Una medalla en juego: el oro. Parejo, muy parejo el encuentro. De toma y daca las patadas. No se dejaba ninguno. En el primer asalto hubo respeto por parte de los dos, se fueron a descanso sin conectar un solo golpe. Para el segundo round México asestó dos, por uno del canadiense Maxime Potvin segundos antes de sonar la campaña. Al tercer encuentro pegó primero el anfitrión, luego Saúl y finalmente remató con otro golpe Maxime. Ambos tiraron al peto, el resto fue intento de tres puntos a la cara. Concluyeron en empate, se fueron al punto de oro. A LA CARA Y SE ACABÓ Increíble cómo había de mexicanos en las tribunas, los gritos de “México, México, México” eran ensordecedores, lo mismo que los gritos de los canadienses. Ambos taekwondoínes se buscaban sin encontrar golpearse, pero el águila se fue en picada por la serpiente y en un sigiloso movimiento de Saúl se levantó por los aires para girar su cuerpo y lanzar tremenda patada que acertó en el rostro del contrincante. Tres puntos para el mexicano, quien brincó de alegría al saberse campeón. El entrenador de Canadá pidió revisar el video, pero no había duda, hasta Maxime sabía que estaba perdido. Simple y claro: el oro fue para México. Señor Saúl, que haya sido de su entero placer el banquete. Buen provecho. APERITIVO Como aperitivo, tras pasar bye a cuartos, Saúl despachó al colombiano Miguel Ángel Trejos 4-2. Y en semifinales el digestivo contra Puerto Rico, que venció en un claro 5-2. Excelente inicio que culminó superiormente. EL VOLADO FUE PARA MÍ “Me voy muy contento porque con esto me aproximo un poco más a los Juegos Olímpicos. Desde que entré al área iba por el primer lugar, trabaje cada round para llegar al objetivo”, señaló Saúl tras el combate. “El resultado se dio por todo el trabajo que hemos estado haciendo”, añadió. “El punto de oro siempre es como un volado, no se sabe realmente lo que pueda pasar, pero me tocó ganar. Sabe a gloria, porque con esto obtengo el primer lugar en Juegos Panamericanos, los primeros de mi carrera”, dijo el también campeón centroamericano y medallista mundial. “El combate con Canadá no fue fácil, mi rival demostró ser muy bueno, la medalla fue difícil, pero al final se logró”, subrayó. “Tras este combate no puedo relajarme, hay muchos competidores mexicanos que desean ir a Olímpicos”, indicó. Saúl dijo que el balance de los Panamericanos en TKD ha sido excelente, “no se habían obtenido estos resultados, el equipo ha sido bastante contundente y esperamos seguir sumando medallas”, puntualizó.