CON solamente 13 años de edad, Fernando “Torito” Meneses, pone el ejemplo de cómo, siendo un niño aún, se pueden cumplir largas jornadas de trabajo y meterse a un gimnasio, lo que ya tuvo su primera recompensa, con el cinto de campeón del torneo de boxeo amateur Ring Central. Ha sostenido ocho peleas, con una derrota y cuatro nocauts.
Lo duro que ha sido su corta vida ha forjado su temperamento para poner más ganas y disciplina en el gimnasio.
Diariamente, Fernando se despierta a las cuatro de la mañana para comenzar su día y ayudar a sus padres, Yolanda Escobar y Fabián Meneses, a laborar en la Central de Abasto, y así solventar los fuertes gastos que conlleva un hogar para una vida digna.
“Hasta las cuatro de la tarde salgo de trabajar, en la zona de la I-J, bodega 138, donde vendemos frutas de temporada”, explicó el “Torito” Meneses, avecindado en la colonia San Ignacio, muy cerca de la Delegación Iztapalapa.
No obstante aceptar lo difícil que fue alejarse de la escuela, se anima al expresar: “Salgo de trabajar y me voy directo al gimnasio de Ring Central. Eso me ayuda a estar lejos de los vicios y malas personas”.
Alberto Segura, su entrenador, señala: “Estamos tratando de echarle la mano para que estudie. Él sabe muy bien, y le hemos explicado, que la carrera de un deportista termina tarde que temprano, pero que una carrera universitaria es por siempre”.
El sueño del “Torito” Meneses es “ser boxeador profesional, convertirme en campeón del mundo y pelear en Las Vegas”.