Con la tecnología de Google Traductor

23, julio 2015 - 8:59

┃ ESTO

nota-espe-ana-torroja

CORTESÍA DE JESÚS TEPEPA
FOTOS: MARTÍN MONTIEL

CAMINANDO a través de senderos iluminados por esa voz… tres décadas navegando entre la mar de versos… alguna vez al lado de otros seres… ahora sola, pero con espíritu eternamente lleno… Ana Torroja ha cantado en Conexión, por ello recibe Disco de Oro a través de las manos de Leonel García.
“Gracias por esta gran sorpresa, ha sido precioso que Leonel me recibiera y junto con todos los demás que intervinieron en la creación son los culpables de este logro; aquí siempre me han dado mucho, me enamoré de México desde el primer día que puse un pie y ya tengo treinta años viniendo por trabajo, pero también por placer. Amo a México”.
Sonríe tibiamente… mira alrededor donde hay miles de luces, aunque parece buscar…
“El tener este número de ventas es idea de México porque jamás había grabado en vivo como solista, es una muestra de lo que hago en directo; esas canciones forman parte de la historia de muchos latinos, todos los duetos fueron parte muy importante”.
Unió su canto con Aleks Syntek, Bosé, Leonel García, Ximena Sariñana, Carla Morrison, Paty Cantú, Sasha, Benny y Érick.
“Cada dueto ha sido diferente, aunque eso sí, todos los disfruté porque cada uno puso su sello y eso era lo que quería con canciones que nacieron hace treinta años, gocé mucho cantándolas porque soy Mecano y soy Ana”.
Las palabras recorren el viento… las miradas escudriñan las almas…
“Ana ha formado parte de uno de los grupos más importantes de toda la historia de la música en español y aquí sigo haciendo lo que me gusta, gracias a la fidelidad del público que me permite continuar; por eso estoy conectada con la vida, he ahí lo de Conexión”.
La reminiscencia… ese ayer que continúa siendo un hoy… ¿quizá algún mañana?
“El valor de Mecano es que fue, llegó a lo más alto y ahí quedó, no sé qué hubiera pasado de haber durado quince años más; claro que nos hace ilusión volver a juntarnos, pero debe ser en el momento preciso y al menos este no es ahora para mí”.
Tres décadas de navegar por la galaxia entre amores, nostalgias, plenitudes, libertades…
“La vida me ha enseñado a que no debo creerme más del que está al lado, el éxito se logra trabajando y a veces no llega; hoy me gusta lo que veo en el espejo y de mi hija pues… quiero que sea feliz, no tengo ni idea si seguirá el camino de la música, ya sea medicina o lo que ella elija, que la haga feliz siempre”.
Ana, con alma, vida y corazón.