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TONATIUH G. TRUJILLO
FOTO: Liga MX
ENVIADOS ESPECIALES

ZAPOPAN.- Los abucheos fueron el fiel reflejo del mal sabor de boca que dejaron las Chivas en este inicio de Torneo Apertura 2014, ya que luego de haberse puesto arriba en el marcador con un golazo de Fernando Arce, los pupilos de Carlos Bustos se dejaron alcanzar en el marcador con anotación del ex jugador del Rebaño, Julio Nava y terminar 1-1 en su casa.
A pesar de la igualada, en el equipo tapatío se pudo observar un enorme cambio de actitud de los jugadores, además del beneficio futbolístico que le imprimieron los refuerzos, ya que Ángel Reyna, quien por momentos fue intermitente demostró por qué alguna vez fue considerado el mejor de México; Así como Reyna, Salcido y Arce dejaron un grato sabor de boca.

¿VIEJITOS?
Las críticas fueron silenciadas y cambiadas por un estruendoso grito de ¡gol! Los cimientos del Omnilife se estremecieron como nunca. La afición enloqueció, lanzó vasos, corrió y brincó de un lado a otro, pues comenzaron a creer en el nuevo proyecto de Chivas, en el trabajo de Carlos Bustos y en los refuerzos, los cuales a su llegada fueron llamados “viejitos”. Sí, uno los citados como “ancianos”, fue quien le devolvió la sonrisa y la ilusión a los seguidores del Rebaño. Fernando Arce sacó la calidad que lo llevó años atrás a la Selección Mexicana y con un potente disparo desde las afueras del área abrió el marcador, en un encuentro cerrado, el cual se había tornado en una cruenta batalla en el medio campo.
Tras la anotación, el duelo cobró vida, aquellos minutos en los que Jaguares esperó al Rebaño atrás con un 4-4-2, cambio, pues Sergio Bueno buscó el empate y adelantó algunos metros al “Rifle” Andrade, quien comenzó a darle un poco más de profundidad a los chiapanecos, por lo que Antonio Rodríguez tuvo que emplearse a fondo para salvaguardar su meta y sacar disparos de Arizala y Vuoso, para de esta forma convertirse en el héroe del encuentro junto a Arce.
La cara de las Chivas es totalmente diferente a la que mostró el torneo pasado. Bustos ha comenzado a imprimirle su sello, aún sin llegar a la espectacularidad, pero ahora es un equipo sólido, pues logró conjuntar una defensa muy fuerte, la cual es comandada por el mundialista Carlos Salcido, Jair Pereira, Gerardo Rodríguez y Néstor Vidro, quienes mantuvieron bien controlados a Franco Arizala y al “Toro” Vuoso, quienes sólo tuvieron un par de ocasiones. En la mitad de la cancha el argentino envió a Israel Castro, David Toledo para trabajar en la recuperación de la pelota, e hicieron un magnífico trabajo, mientras Arce y Reyna tuvieron buena distribución de balones hacia Bravo y De Nigris, quienes perdonaron en varias ocasiones al “Chicharo” Lozano.
El silbatazo de Chacón aunado a la anotación dejó aun buen sabor de boca en los asistentes que casi llenan el Omnilife.

APRETÓ LA CUÑA
Antes de culminar el primer tiempo, Sergio Bueno le dio ingreso a Julio Nava, con el afán de tener más presencia en el área de Chivas, pero fue hasta la parte complementaria en donde se mostró el porqué del cambio táctico.
El Omnilife calló. Un enorme balde de agua fría cayó en la espalda de los aficionados que se saboreaban un par de goles más, pues Chivas había tenido oportunidades de acrecentar el marcador por conducto de Ángel Reyna, pero Lozano evitó que esto sucediera. La anotación llegó y como dice el dicho, “para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo”, pues el autor del empate fue un joven formado en la cantera rojiblanca. Sí, Julio Nava realizó una magnífica jugada con Matías Vuoso para vencer a Toño Rodríguez, quien fue un espectador más, ya que el disparo iba muy colocado, imposible para él.
Con la igualada en el marcador, Bustos echó toda la carne al asador, pues ingresó a Hernández y a Fierro y sacó a De Nigris y a Israel Castro para refrescar su delantera, movimientos que le surtieron efecto, pues el Rebaño comenzó a tener muchas más llegadas al arco de Lozano, quien estoicamente junto con su zaga lograron calmar el enardecido ataque del chiverío. Con los tapatíos volcados al frente, Jaguares jugó al contragolpe, pues los pupilos de bustos comenzaron a dejar espacios en la parte baja, pero gracias a las enormes coberturas de Salcido y a los poderosos regresos de Arce cortaron toda acción de peligro.
A segundos de que Chacón determinara el final del encuentro ángel Reyna sacó la gran calidad que tiene y con un sencillo pase dejó solo a Bravo quien perdonó y dejó ir los primeros tres puntos del Rebaño en el torneo, situación por la cual al final del duelo, los 31 mil seguidores abuchearon al chiverío.

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