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Mira

27, julio 2015 - 10:23

┃ Fernando Schwartz

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ANDRÉS Guardado y su liderazgo como capitán llevaron a México a ganar la Copa Oro por séptima ocasión y la obligación de ganarla convertida en compromiso se convirtió en objetivo cumplido. Que jugó mal gran parte del torneo, que entró en polémicas arbitrales, que hubo controversias en el camino, pero el boleto para jugar contra Estados Unidos el 9 de octubre en el Rose Bowl de Pasadena se cumplió en el encuentro final goleando a la Selección de Jamaica. Se sufrió de arranque, pero el equipo se fue asentando y un Guardado al máximo potencial fue imponente para que México alcanzara el objetivo y Miguel Herrera tendrá el tiempo de replantear el camino después de este ardiente verano en el que se logró la Copa Oro y estar vivos en el camino a la Copa Confederaciones, que será tremendo duelo contra la decaída Selección de Estados Unidos.
México se afianzó en la cancha. El nerviosismo y presión lo fue superando. Importante fue que Jamaica no anotara en las que tuvo en el arranque y de ahí ya con posesión y llegada las cosas cambiaron para el Tricolor, que tuvo muy buenos lapsos de futbol a lo largo del encuentro y por momentos recuperó la memoria de lo que había hecho en anteriores ocasiones. Curioso es que sin Vela, el de más calidad. México ganó en aporte con la movilidad de “Tecatito” y el buen quehacer de Andrés. Paúl, quien andaba fallando, puso un balón de oro a Andrés y éste no desperdició. Después “Tecatito” se fabricó la suya y Oribe con el olfato del goleador consiguió poner la calma para el equipo nacional. El error propició el acercamiento de Jamaica pero ya México tenía el partido en la bolsa y todo era terminar la obra. El mejor juego del Tricolor en toda Copa Oro fue frente a Costa Rica, pero este domingo el equipo mostró esas ganas, ese coraje, esa necesidad de ganar y convencer. Lo hizo en este partido.
Primer tiempo de inicio tambaleante para México. Los primeros quince minutos entre los nervios y presión por ganar, México cedió demasiado la pelota a los jamaicanos, que con velocidad y triangulaciones llegaron bien sobre la portería de Ochoa. Mucho trabajo le costó a México tomar el control del partido y sobre todo con la temprana tarjeta amarilla a Dueñas se regalaba de arranque por la fortaleza física y velocidad por parte de los caribeños. Jamaica no aprovechó esos momentos de desconcierto del Tricolor y fue una vez más el capitán Guardado quien se echó el equipo al hombro al comenzar a circular la pelota y aparecer por todos los sectores de la cancha. Lo mismo pisó área que robó balones y defendió. Un capitán que contagió al equipo, donde “Tecatito” picó bien un remate de cabeza y donde por fin vimos disparos de afuera del área que buscaron sorprender.
Paúl pone gran centro y el remate de Guardado cacheteando la pelota con la zurda es realmente excelso para darle a México el relax en esa primera mitad. Era obvio que Herrera pedía cabeza y calma porque se fallaron muchos pases que en otras circunstancias no es común regalarlos. “Tecatito”, difícil encarar ante la fortaleza de los jamaicanos y lo clave de este primer tiempo fue cuando Guardado se clavó al centro con Jonatan para auxiliar y controlar un poco la pelota. Las llegadas de Jamaica al final del primer tiempo fueron para poner los pelos de punta. Un primer tiempo aceptable. Es cierto que en pelota decidida Austin debió recibir una segunda amarilla que era para roja, pero creo que el criterio de Aguilar, al pegarle al balón llevándose a “Maza” de corbata, fue adecuado por los últimos acontecimientos y por tratarse de una final.
El arranque de la segunda parte no pudo ser mejor que con el gol de “Tecatito”, quien se fabricó el espacio y jugada solo, metió la pierna y disparó perfectamente al marco. México afianzó ahí su dominio en la cancha, pero los latigazos de los jamaicanos metieron en predicamento a la defensa mexicana, que hubo de prodigarse para evitar algún desaguisado. Jonatan dos Santos fue brillante en la media de contención y algunos momentos en los cuales se perdió peligrosamente el balón en la salida y en balones divididos. Oribe capitalizó el tercero, con lo cual México aseguró el partido. Le pegó mordido el “Hermoso” pero suficiente para poder rematar el partido a favor del seleccionado mexicano.
México tal vez tuvo para meter otro par, pero ya no se dio. Jamaica acabó agotado al final del partido y la verdad es que con lo atléticos que son si tuvieran mayor malicia hubieran complicado a México porque en verdad que le hicieron partido y el marcador es claro, pero en la cancha los primeros 20 minutos fueron terribles.
El objetivo se logró. Se ganó la Copa Oro de la obligación. Ahora, a replantear y aprender lo pasado en este verano ardiente de tantas vicisitudes en la cancha y fuera de ella. De tanto dime y direte. De lesiones, de confusiones, de faltas de contundencia, de errores, de definiciones, de faltas de concentración y de partidos malos, pero no hay nada como el sabor de la victoria y con esto todo se corrige.

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