HÉCTOR Herrera fue asediado por una multitud de medios de comunicación y público, presentes en la Terminal Dos del Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México.
Su rostro fue cubierto por micrófonos y grabadoras.
El volante habló poco.
Caminaba de un lugar a otro, ahí en los pasillos de la terminal aérea.
Volteaba…
De pronto, se topó con su familia. Con su esposa, con quien se fundió en un fuerte abrazo y enseguida besó a sus hijos.
Fue una grata bienvenida.
Respecto del título de la Copa Oro, Héctor declaró: “Se cumplió con un objetivo, se hablaron muchas cosas, pero se cumplió con el objetivo trazado”, dijo de entrada.
Agregó: “Se nos complicó ganar la Copa Oro, pero gracias a Dios lo logramos. Fue difícil, muy complicado, pero unidos vencimos muchos factores que se presentaron”.
Acerca de su nivel futbolístico mostrado, Herrera, explicó: “No me sentí cómodo, pero son cosas de futbol. Lo importante es no bajar la cabeza”.
Herrera remarcó que la camaradería fue un factor primordial para cumplir con la meta.
“La unión que prevaleció fue fundamental. Cuerpo técnico, jugadores y directiva, en todo momento mantuvimos unidad y gracias a Dios pudimos alzar la Copa, por la cual luchamos y ahora hay que prepararnos para el juego contra los Estados Unidos, porque México debe estar en la Copa Confederaciones 2017”, a disputarse en Rusia.
-¿Qué fue lo más complicado?
“Momentos que no quiero acordarme. Ahora, quiero disfrutar el título, quiero disfrutar a mi familia”, y se despidió de ESTO, su amigo, con el que posó, en un ejemplar de la edición de ayer.