LOS novilleros Juan Pablo Herrera, de Aguascalientes, y Humberto Quevedo, de Querétaro, se mostraron contentos con sus respectivas actuaciones del pasado domingo en la Plaza México, pero a la vez lamentaron sus fallas con la espada, por lo que perdieron trofeos frente a los novillos de La Concepción, uno que presentó complicaciones y el otro que tuvo calidad.
Herrera, quien ratificó sus buenas maneras, dijo que además de que el viento lo estuvo molestando el novillo fue complicado y siempre estuvo en la cara de su novillo buscando el triunfo.
“Creo que mi actitud le gustó al público -dijo Herrera- y me obligaron a salir del callejón para aplaudirme. En lo particular mi deseo era triunfar y esperaba un triunfo, por eso me resistía a salir a agradecer”.
Juan Pablo Herrera dijo que entrenará más intensamente la suerte de matar y que espera que la empresa de la plaza lo repita pronto y “me prepararé para superar todo lo que he realizado”.
Por su parte, Humberto Quevedo también se mostró contento con su actuación, y se censuró por haber pinchado. Esperaba más, pues el “novillo tuvo calidad, transmisión y recorrido y colaboró para que yo pudiera en parte expresar mi forma de torear. Pude lucir en la faena de muleta, el público me respondió bien reconociendo mi esfuerzo”.
Humberto Quevedo dejó ver sus deseos y afición y dejó ver que tiene sitio a pesar de que solamente tiene unas cuantas novilladas en su haber. Reconoce que le falta mucho por aprender, pues está en los inicios de su carrera, pero seguirá entrenando para ir mejorando. Y espera que lo repitan pronto. (HSC)