EL flamante presidente de la Federación Mexicana de Futbol tuvo una bienvenida poco convencional al cargo, pues aunque conoce el gremio, a Decío de Maria se le dificultó terminar con el ciclo de Miguel Herrera al frente del Tricolor, decisión que fue la primera en su gestión, pero que le fue difícil de valorar junto a Justino Compeán y Héctor González Iñárritu, personajes que vivieron la cúspide y declive del “Piojo”.
Como nuevo responsable de la FMF, De Maria Serrano no dio crédito a la violencia del “Piojo” hacia Cristian Martinoli, pues ésta no debe estar por encima de los resultados y más en la exposición de Miguel Herrera, más allá de haber conseguido el título de la Copa Oro.
“La violencia no cabe en la sociedad, en nuestra familia, y menos en ningún deporte, y nadie que quiera imponerse con agresión y no con ideas y conceptos sobre la libertad de expresión puede ser miembro de la FMF”.
Por ello y ante las largas pláticas con la familia futbolística y “habiendo razonado y escuchado, he tomado la decisión de separar de la dirección técnica de la Selección nacional a Miguel Herrera”, abrió el directivo en conferencia de prensa.
La decisión fue tomada, nada sencilla para De María, pero sí consciente de lo que es y lo que espera al frente de la Federación Mexicana de Futbol.
“Me reuní con Miguel, acompañado de otros compañeros de la Federación, y hablamos largo, puntual y profundo, creo que Miguel entiende perfectamente el fondo de la decisión y que nuestros valores están por encima de cualquier resultado”, precisó con insistencia, por lo que la violencia nunca estará por encima de las conclusiones deportivas, pese a los éxitos o fracasos deportivos que puedan existir.
Y es que “ser técnico de la Selección Nacional es un orgullo, no creo que no haya un mexicano que no haya soñado con ser jugador y/o técnico.
“Los partidos no llegan a su fin cuando el árbitro señala hacia media cancha y reglamentariamente señala que el tiempo se ha agotado, en nuestra industria los partidos nunca terminan y eso como personajes públicos que representamos a una institución debemos tenerlos perfectamente claro, al final es una decisión tomada”.
Aunque, “serlo es una responsabilidad muy dura, muy fuerte, porque llevar a destino el sueño de todos, cargar con la energía de todos los que queremos el triunfo de la Selección no es nada fácil, tanto de los jugadores y sobre todo del técnico, pero también requiere de la sociedad, de la prensa, de las familias”.
Por ello, y pese a acudir con Compeán e Iñárritu, le decisión es meramente del flamante presidente de la Federación. “Es mía y ahí está el diálogo, el intercambio de ideas está, hay diferentes estilos, diferentes puntos de vista, pero los que tenemos la responsabilidad de hacer un equipo tenemos que tomar una decisión y está tomada”.
Ante la dificultad que representó la decisión, el directivo dijo estar curado de espanto porque “llevo doce años acá, me ha tocado vivir muchas cosas, ustedes han escrito esos párrafos de la historia. Sé que es difícil por el entorno que debemos construir, pero para eso estamos, para tomar decisiones correctas, así que simplemente hay que volver a empezar”, estimó. (Luis García Olivo/ Foto: Jorge Barrera)