POR ADOLFO PEÑALOZA

“YA 99 años, son muchos verdad.. o pocos”, sonriendo y con esta frase, así recibió a ESTO don Ignacio Trelles, en la comodidad de su hogar, sentado en el jardín, reflexionando, después de la comida. Y es que hoy, uno de los técnicos más exitosos en la historia del futbol mexicano cumple 99 años de edad. Hablar con él, simplemente es trasladarse a diversas épocas del futbol.
Dijo que a pesar de sus operaciones en una de sus piernas se siente bien, arropado por sus familiares y viendo futbol todos los fines de semana. “Son muchos años, pero ahí estoy todavía. Estoy bien, el único problema es mi rodilla, que ya tiene mucho tiempo. La rodilla, la espinilla y el tobillo, de la misma pierna”.
Pero cual es el secreto para que a un año de cumplir 100 se encuentre bien de salud y muy lúcido al momento de hablar de diversos temas. “En primer lugar llevar una vida razonable y en segundo, no hacerle nunca mal a nadie, con eso es suficiente para vivir a gusto”, agregó don Nacho.
También destaca la alimentación que tiene y que normalmente supervisa su hija, Leticia, quien pasa muchas horas del día a su lado. “Es una dieta normal, sencilla, no me gusta la comida complicada, así que eso tal vez eso ha estado ayudándonos”.
Y a pesar de la dificultad que tiene para trasladarse de un laso a otro, don Nacho asiste a La Noria una o dos veces a la semana, donde observa entrenamientos del equipo. “Depende de como esté el día. Disfruto mucho estar ahí, viendo los entrenamientos porque hay casi siempre tres, en los tres campos, eso me da oportunidad para andar en toda la superficie de tres campos, entonces me pongo muy bien, a gusto. Es muy problemático ir diario”.
Ve a la institución de Cruz Azul como uno de sus amores futbolísticos. “Si, la prueba es que todavía sigo ahí. Ya son muchos años, pero ahí sigo. Estar cerca del equipo es algo muy especial, sus directivos, su presidente principal, excelente persona, entonces ese tipo de personas que están al frente lo hacen que uno estime al equipo, a ellos, a su público y se vuelve uno un cruzazulino más en la historia de ellos”.
Eso, sí, Trelles lamenta los años de sequía sin obtener un título.
“El futbol no tiene palabra de honor para dar campeonatos, pero así es, se ha presentado una época mala, tal vez sea ausencia de personajes que ya no están en este mundo y que eran muy importantes dentro de la organización de Cruz Azul”.
Recordó su época de jugador, entre las temporadas 1934 y 1948. “Me acuerdo que habían muchos jugadores estrellas en los equipos mexicanos, pero también había extranjeros, en ese tiempo resultaba muy interesante tener al España, al Germania, al Asturias, eran importantes dentro del equipo, le daban mucha importancia a los campeonatos, luego estaba el Necaxa, el América, el Atlante, que eran los gallones y el Guadalajara”.

Una fractura en la pierna derecha lo obligó a retirarse a temprana edad como futbolista. “El ‘Pulques’ León que fue mi portero en el Necaxa, fue quien me lesionó, pero fue sin querer”.
Y recordó…“Me dieron la pelota en el interior derecho, la recibo, se la doy a Vantolrá, quien estaba solo, corrió e hice lo mismo, me puso adelantado el balón, entré al área, pero el ‘Pulque’ León, con los pies, me cayó aquí (señaló la parte de su pierna) y me fracturó”.
En aquella época destacaban jugadores importantes. “Eran dos defensas, tres medios, dos interiores, un centro delantero y dos extremos, más el portero, naturalmente. Esa formación era el que se jugaba en ese tiempo, no había nadie que jugara diferente, claro que dentro de ese estilo de juego unos los hacia mejor, tenían mejores jugadores que nada, por ejemplo el España tenia un equipazo”.
De ahí que “los jugadores aceptaban cómo los manejaba, se sometían o eran felices haciendo entrenamientos. No era necesario emplear mano dura, ni dura, ni blanda”, y rió.
Además de la Selección Mexicana, dirigió al Zacatepec, América, Cruz Azul, Toluca, Puebla, Leones Negros, Atlante, pero nunca entendió, por qué nunca le dieron oportunidad de ser técnico del Guadalajara. “Nunca supe por qué no me dieron la oportunidad. Desde luego que me hubiera gustado, claro, era un equipo que todos querían entrenar, todo el mundo. Nunca supe por qué no me tomaron en cuenta, nunca supe… al Atlas tampoco”.
Se le preguntó, porqué en algunas ocasiones ordenaba a alguien de la banca que lanzara el balón al campo para cortarle el ritmo al equipo rival. “Era una triquiñuela, indebida, pero, sí, se podía hacer valía la pena recurrir a todo. Así como el árbitro sin querer recurría a aspectos negativos, los jugadores, sin querer aspectos negativos y uno pues formaba parte de ese sin querer”.
Trelles no se pierde un solo juego del torneo mexicano, todos los fines de semanas. “Está cobrando muchísimo interés en el público, pero nada más. No mejora el futbol porque da oportunidad a que se practique el futbol limpio y sucio al mismo tiempo, en el mismo partido. Pienso que dos extranjeros por equipo son suficientes”.
Finalmente le preguntamos, si le había faltado por hacer algo en el futbol, en su dilatada trayectoria y respondió sin pensarlo. “Pues nada. Creo que lo que hice lo hubiera hecho mejor, pero hasta ahí llegue como jugador y también como entrenador. Estoy a mano con el futbol. Felicito a todos aquellos que tienen algo que ver con el futbol, como yo, al que le fue muy bien, muchas gracias por todo”.