POR SALVADOR ALEJANDRO A. GALICIA

FOTOS: ALBERTO MONTALVO

DLD está convertida en una de las bandas más importantes de rock en México.

El lleno en el Palacio de los Deportes, los fanáticos con el nombre de la banda casi tatuado en la piel, el anuncio del concierto por toda la ciudad, la rotación de su música en los medios, el éxito de sus álbumes, además de las miles de personas rendidas a sus pies y coreando cualquiera de sus piezas, son la prueba inequívoca: la agrupación originaria del Estado de México vive los momentos más dulces de su carrera.

La noche de ayer tenía algo especial, en toda la ciudad había llovido fuerte rumbo a la hora del concierto, pero extrañamente la zona del Palacio estaba casi seca. “Es el poder de DLD”, decían algunos.  El concierto lo abrió la banda argentina Indios, que tiene una fuerte influencia de Babasónicos, tuvieron un espacio de media hora para darse a conocer ante la gente.

DLD se apareció la noche de ayer para llenar el Palacio y presentar oficialmente en vivo su último disco: Futura. Paco Familiar (Voz y guitarra), PJ Hansen (bajo) y Érik Neville (guitarra), subieron al escenario casi a las 21:00 hrs. y no se guardaron nada. Iniciaron el show, como es tradición para la banda y sus fans, con el clásico “1° de Octubre” y su vertiginoso riff, sonó poderosa e hizo a todos saltar y alzar la voz.  Inicio perfecto. Después llegó la coreadísima “Arsénico” y la canción que catapultara a la banda hace algunos años “Dixie”. No había espacio siquiera para limpiar el sudor tras el comienzo de locura.

A la banda, además de su baterista habitual, Keno Rivero, la acompañó Rasheed de Los Daniels en un complemento espectacular para las percusiones. Después de “Suicidio #3” llegó una secuencia de nuevas canciones: “Soy”, “Sábado”, “Señales” y “Némesis”. Fueron al pasado otra vez para las canciones tranquilas del set  “Sea” y “Pídele al tiempo”, seguidas por “A distancia”, “Ventura” y “Devuélveme”.

DLD con más de 15 años de carrera tiene dominado a su público, no les hace falta dirigirles muchas palabras, usan el lenguaje de la música para encantar. El escenario, el más grande que han montado desde su presentación en el Auditorio Nacional, estuvo compuesto por  tres pantallas gigantes y un grupo de pantallas más pequeñas en la parte superior que daban sentido a las animaciones mientras el concierto corría. Sonaron también “Sigo siendo yo”, “Se va”, “Canción de cuna” y “Reencuentro”.

Para tocar el clásico “Pagarás” invitaron a Dr. Shenka, vocalista de Panteón Rococó, uno de los momentos más emotivos de la velada en la capital. DLD ya dirigía el concierto hacia el final después de las 22:30 hrs. “Un vicio caro”, quizá la más coreada de toda la noche, “El mapa de tus ojos” y “Las cruzadas” condujeron a la primera despedida de la banda.

Volvieron para tocar seis canciones más. Fue un desenlace espectacular. Empezaron con “Control”, del último álbum, “Viernes” del disco Primario, “Mi Vida” homenaje a  José José, la clásica y exitosa “Todo Cuenta”, “Estaré”, primer sencillo del material más reciente y, finalmente, lo que ya es un ritual para los fans de DLD, despidieron tocando “Por siempre”.

DLD tuvo una gran noche en el Palacio de los Deportes, volvió a llenar un foro para consagrados y escribió nuevamente su nombre entre la élite del rock en español. La banda mexicana tiene un sólido pasado, un presente brillante y una carrera “Futura” aún más prometedora.