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Mira

3, agosto 2015 - 12:09

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MADRID, Esp.- Cinco novillos de Martín Lorca y uno de Escribano Martín se anunciaron en la plaza de Las Ventas para la primera novillada del mes. Los novilleros Manuel Vanegas, Gerardo Rivera y Alejandro Marcos, todos ellos con interesantes actuaciones recientes en Madrid, hacían a las siete en punto el paseíllo.
El novillero mexicano Gerardo Rivera ha mostrado valor,  firmeza, actitud y variedad en una tarde en la que ha dado una vuelta al ruedo después de cuajar una importante faena al segundo de su lote con el que pudo correr la mano con largueza conectando con el tendido, desafortunadamente la faena no terminó con el mismo ritmo, y aun con la buena estocada, todo quedó en una vuelta y buenas sensaciones del tlaxcalteca, que fue ovacionado con su primero.
A la puerta de chiqueros se fue Rivera con el segundo, un castaño que se desentendió de telas y se fue directo al caballo de la puerta para derribar con poder. También tuvo empleo en el peto de turno, más que en los percales. Con gran asiento lidió el mexicano al animalito de Martín Lorca, que tuvo nobleza cuando acudió a los cites. Gusto y temple demostró Rivera con el complicado animal, cuya falta de raza y de empuje restó importancia a una labor mucho más que digna. Un cañón fue con la espada y recibió palmas tras escuchar un aviso.
Otra vez se fue Rivera a la puerta de chiqueros para recorrer luego mucha plaza variando lances en el recibo. En un arreón prendió dramáticamente a Manolo Vanegas y lo llevó media plaza colgando de un pitón. Lo llevaron a la enfermería mientras el utrero topaba en el caballo y lanzaba al picador disparado por la boca del penco.
Fue vibrante el tercio de banderillas, con voltereta incluida en un quiebro pegado a tablas. Con la muleta supo Rivera quedarse enterrado con las pasadas enlazadas de un utrero de gran transmisión, más que clase, con el que planteó la pelea siempre por debajo de la pala con la mano derecha. Decisión y valor de un mexicano que despachó las arrancadas sin gran clase, pero las despachó. Afligieron al animal a base de valor seco para dejarle una estocada poco ortodoxa y pasear una vuelta al ruedo tras aviso.
Un cuarto de entrada. Cinco novillos de Martín Lorca y uno de Escribano Martín, descompuesto y en línea recta pero humillado y pasador a menos el primero; noble, desrazado y bobalicón el segundo; pronto y noble pero de escasa raza el tercero; aplomado y sin raza el cuarto, enrazado y con emoción el quinto, y sin raza ni fuelle el deslucido sexto. Manuel Vanegas, silencio y herido. Gerardo Rivera, ovación por su cuenta y vuelta. Alejandro Marcos, silencio tras aviso y ovación. 

PARTE MÉDICO
De Manolo Vanegas. Herida incisa en región cubital en palma de mano izquierda. Contusiones y erosiones múltiples, pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia. Dr. García Padrós.