POR CORTESÍA DE JESÚS TEPEPA

ES algo que lamentabilísimamente siempre ha existido aunque ahora se trata de combatir vía cualquier medio posible, eso está muy padre porque no se debe dañar a alguien con las tres agravantes conocidas: premeditación, alevosía, ventaja… es un verdadero gusto saber que los chavos se unen para atacar al ciberbullying junto con sus fieles e inconscientes súbditos.
Fue en el Gran Teatro Moliére que en una auténtica fiesta juvenil unieron fuerza Sofía Reyes, ATL, así como Jary, cada cual ofreció no solamente sus rolas, también el corazón para -de una vez y para siempre- desterrar los inmisericordes ataques hacia otros.
Bueno… el reventón -al más puro estilo tardeada- comienza… inmediatamente hay muestras de indescriptible felicidad… Sofía es una de las nuevas consentidas por todos así que sin más preámbulo pone a mover las osamentas con su Muévelo.
Ya encarrerada suenan sus éxitos en fila: Conmigo, Tan hermoso, Ahora siempre… La chavita desaparece no sin antes ser objeto de la admiración por parte de esta entusiasta concurrencia quienes con su actitud hacen recordar la lejanamente cercana década seis del siglo pasado cuando con flores en el pelo se decía: haz el amor y no la guerra.
Aparece en medio de gritos ATL… los chavos ya son algo así como hiper-populares entre el ejército adolescente, para no ser menos también descargan lo más selecto del repertorio, no se trata de meditación trascendental o algo parecido, diversión, amores, buen rollo.
Se escucha Caleidoscopio, el aire esparce llamando a todas quienes no se hicieron del rogar-, vuelan por los vientos con singular alegría algo irreal, Déjame entrar, hasta llegar a Haciéndolo con amor; otra expresión más de que se debe tirar buena onda.
Otro predilecto de las chavas… se llama Jary… según se pudo notar es otro idolatrado por las huestes militantes de la ansiosa pubertad y la no menos delirante primera juventud, máxime en ellas; pues bien el muchacho las consiente a través de A mil por hora.
Luego llega el desfile de mensajes cantados derrochando optimismo con Tornasol, algo que suena a promesa, Nunca nunca, otra para escépticos, No creo… también hay para los excepcionales, Uno en un millón.
Los gustos se complacen, hay variedad por eso mismo el galanazo se deja ir con Bing Bang hasta casi suplicar con un No dejes… La causa es más que noble, el propósito ojalá se logre y que estas reuniones para fiesta se conviertan en bandera para erradicar de manera definitiva algo tan nefasto.
Los chavos ya se han expresado.