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Mira

4, agosto 2015 - 10:39

┃ Manuel Gómez

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BUENOS AIRES.- Fiel admirador del “Chavo del Ocho”, personaje estelar del comediante Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, el charrúa Egidio Arévalo clama paciencia ahora que tendrá que asumir el liderazgo de la contención de Tigres.
“Ténganos paciencia”, dijo sonriente, acompañado por un juguete del “Chavo”, quien solía decir: “Es que no me tienen paciencia”.
Rodeado de grabadoras y micrófonos, Arévalo fue directo y claro: “Venimos para ser campeones. Estamos aquí para bebernos esa Copa Libertadores, que nos llevaría a un éxtasis, y en lo personal a cumplir un sueño con un equipo mexicano”.
Sobre River Plate, comentó: “Un gran rival, lo ha demostrado en las veces que los hemos enfrentado y en ambos partidos que hemos jugado, considero que nuestro desempeño ha sido mejor, pero esta historia será diferente y hay que estar muy atentos en todo”.
El contención agregó: “River no me quita sueño, pero estamos conscientes que este miércoles estará con su gente, con todo a su favor, menos con Tigres, que luchará y saldrá a la cancha sin complejos, pero estamos convencidos que venimos a jugar y hay que jugarles bien”.
-¿Tigres es la víctima?
“Hay que estar tranquilos. Sí, River por estar en casa puede decir que es campeón, respeto sus pensamientos, nosotros sabemos que daremos batallas hasta el último minuto. El equipo sabe a qué venimos”.
-¿Qué tanto puede pesar que Gallardo no estarás en la banca?
“Estará en el vestuario, en la tribuna, eso no puede pesar mucho, como también se puede pensar de algunas de sus ausencias, pero eso no debe quitarnos el sueño, hay que estar atentos en todo, hacer nuestro trabajo y salir a buscar el partido”.
Hoy, Arévalo acaricia la gloria. “Estamos cerca, depende de nosotros, la moneda está en el aire”.
Egidio vislumbra “un partido errado, con pocos espacios. Quizá ellos nos salgan a atacar, porque estarán con su gente y nos presionarán, por eso debemos estar tranquilo y no desesperarnos, la presión la tienen ellos”.
Está feliz en Tigres, pero no pierde la esperanza de algún día jugar en Boca.