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Mira

5, agosto 2015 - 8:26

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SONRÍE y mira al entorno, que si bien no le sorprende con tantos años de experiencia, la final de la Copa Libertadores es para él y para toda la institución de Tigres una de esas oportunidades que no se presentan tan seguido. Ricardo Ferretti está acostumbrado al público difícil y las tareas complicadas. El club universitario ha invertido mucho tiempo y dinero para conseguir el título. Enfrente, River Plate.
Los Tigres juegan la primera final de este tipo en su historia y la tercera para un club mexicano –Cruz Azul (2001) y Guadalajara (2010) no pudieron ganarla- ante uno de los históricos del balompié de Argentina, pero que a nivel continental solamente la ha ganado en dos ocasiones de cuatro oportunidades para conseguirla.
El estadio Antonio Vespusio Liberti, casa de “Los Millonarios”, se levanta monumental en el barrio porteño de Núñez. Ahí se definirá todo. La igualada sin goles en el Universitario de Nuevo León dejó un sabor amargo en el paladar de los felinos, que tuvieron un par de opciones para viajar a Buenos Aires con ventaja en el marcador global.
En el recuento de la rivalidad que se dio entre estos dos equipos a lo largo del torneo, esta será la cuarta ocasión que los Tigres y el River Plate se enfrenten en la presente edición de la Copa Libertadores, luego de los empates por la fase de grupos (1-1 y 2-2) y el empate sin goles en el partido de ida de la final.
El River se clasificó a esta final de la Libertadores tras pasar por varios escenarios y cuatro años después de tener que jugar por regresar a la Primera en Argentina. El equipo argentino jugará su quinta final de la Copa Libertadores después de haberla ganado en 1986 y 1996, y de perderla en las ediciones de 1966 y 1976.
El episodio de mayor drama lo vivieron en la cancha del acérrimo rival, la Bombonera de Boca Juniors, cuando algunos de sus jugadores fueron atacados por pseudoaficionados con gases irritantes en la serie por los octavos de final que les había puesto frente a frente.
En ese momento, Marcelo Gallardo, técnico del cuadro Millonario, tomó una fuerza relevante entre sus dirigidos por la forma en que los defendió en todo momento. Fue un hecho que unió a una plantilla que de por sí había encontrado algo de mística en el trabajo del exmediocampista, quien legó tras la abrupta salida de Ramón Ángel Díaz.
El uruguayo Darío Ubriaco será el encargado de pitar este encuentro, con los ojos de muchos encima debido a las sospechas que se han levantado y que suelen levantarse ante la posibilidad de que un club mexicano levante la copa. Además, se ha preparado un operativo de seguridad de más de 2 mil elementos para que no exista ningún problema alrededor de este partido.
Para evitar cualquier sospecha o situación complicada, los Tigres tendrán que dar un golpe de autoridad certero. Goles para evitar que errores puedan generar un ambiente adverso y polémica. Tercera oportunidad para un club mexicano de levantar la Copa Libertadores. Tercera llamada, tercera…