LUPE Pintor parecía tratar de pasar desapercibido en la reunión semanal del Consejo Mundial de Boxeo con los medios. No pasó al estrado hasta que fue requerido para sentarse junto a su discípulo, Adrián “Confesor” Hernández.
Precisamente el “Confesor, ex campeón minimosca absoluto del WBC; regresó con Pintor, con el que dio inicio a su carrera profesional y del que se alejó “por circunstancias del boxeo”.
Ello dio pauta a que Adrián “pasara” por distintos entrenadores, hasta ahora, que está de retorno con “El Grillo de Cuajimalpa”.
El próximo sábado en la Arena Coliseo, Hernández recibirá el desquite de Saúl “Baby” Juárez, quien le ganó por KOT en ocho asaltos en su salida anterior en ese mismo escenario.
“Tiene conmigo más o menos dos meses, es difícil que retome la actitud que tenía desde que empezó conmigo, creo que con lo que ha hecho para este combate debe salir adelante”, expresó Pintor.
Al recordarle que cuando estaban juntos y Adrián era un novato, noqueó al filipino Rodel Mayol, quien causara varios estropicios (es el mismo que materialmente le partió la cara a Édgar Sosa) hasta ser coronado monarca de las 108 libras de WBC, Lupe aseveró:
“Sí, eso sucedió cuando (Adrián) realmente tenía otra actitud, el estilo más refinado, pero cuando andan del tingo al tango, (otros entrenadores) los manosean, los echan a perder. Después cuesta un poquito más de trabajo recomponer el camino. Afortunadamente, él es un jovencito que sabe escuchar, pone atención, se aplica al trabajo y eso le da oportunidad de tener ilusión de ganar el campeonato mundial mosca”.
-¿Está listo el “Confesor” para tratar de cobrar desquite en un lapso tan corto?
“Sí, aquí lo único que había malo es que andaba todo desubicado, un entrenador, otro y otro, siempre los desconcierta, pero retomando la actividad que ya tenía de hace mucho tiempo, tiene oportunidad de ganar y es preciso que esta revancha se lleve a cabo para que defina su futuro”.
A pregunta expresa, Lupe, quien fuera campeón universal gallo y supergallo del WBC, explicó:
“Entrenamos cuatro días a la semana en el Deportivo del Metro y dos días, sábado y lunes, en Toluca. Todo es parte de un plan de trabajo, para que el día de la pelea tenga una mejor una actitud. La preparación física, todo está perfecto. Yo estaba desligado de esto, pero Adrián me pidió el favor. Hay dos jovencitos que están cerca de mí que lo ayudaron a que tenga una buena preparación para este combate”. (José Luis Camarillo)