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21, agosto 2015 - 9:08

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POR ALMA ROSA CAMACHO

AL oso de felpa llamado Ted, que tiene vida propia y que contrae matrimonio con su novia Tami-Lynn, se le niega el derecho a ser padre adoptivo, pues en la ciudad de Massachussetts es considerado sólo “propiedad” -un objeto de una empresa creadora- y no un ciudadano común y corriente con sus derechos civiles como persona.
Aparte del amor en pareja, amor al amigo y la solidaridad, otro de los temas a abordar es la justicia e igualdad para las personas diferentes -que en el mundo lo han logrado los homosexuales-, que es uno de los enfoques a tratar en la Corte, en la nueva película estadounidense que se estrenará el próximo viernes 28 en México, “Ted 2”.
Bajo la dirección de Seth McFarlane, quien le presta su voz al oso “Ted”, se desarrolla esta comedia ligera y de ficción, pues “Ted”, al tener alma, piensa, siente y ama como las personas normales, aun cuando fue creado por una marca de juguetes.
“Ted” tiene que enfrentar que ahora que se casó con Tami-Lynn (la actriz Jessica Barth), y a un año de casados, inician sus dificultades por cuestión de dinero. Entonces el “estira y afloja” de la relación pudiera acabar cuando él le propone a su mujer ¡ser padres!”.
Otra temática que se aborda es que “Ted” al ser el osito de la niñez de su dueño Johnn Bennett, o sea el actor Mark Wahlberg, nunca han dejado su amistad, al grado de tomar bebidas embriagantes, ingerir drogas, así como el hecho de ser confidentes en el sentido de que Johnn se divorció hace seis años y es la hora que no ha vuelto a encontrar “a su media naranja” y tiene como pasatiempo ver pornografía de los portales para adultos.
Bueno, pero lo más emocionante es cuando llega a la Corte “Ted” para ser defendido por la abogada Samantha L. Jackson (Amanda Seyfield), ya que el gobierno estatal le quita al osito su empleo actual y le revoca su enlace matrimonial con Tami. Y así, él como demandante solicitando sus derechos civiles, pierde el juicio, para quedar sólo como un ser de “propiedad”.
Y bueno, el cinéfilo tiene que ver cómo en una segunda oportunidad para defender su caso, llega el máximo litigante de casos difíciles, “Patrick Meighan”, o sea el primer actor Morgan Freeman, cuyas escenas no se las puede usted perder.

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