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Mira

30, agosto 2015 - 22:20

┃ ESTO

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LA novena novillada de la temporada en la Plaza México se desarrolló, como se dice en el medio, pasada por agua, con media docena de jóvenes que quisieron pero no pudieron, frente a novillos sin peligro, pero débiles, y no por falta de valor, pues no rehuyeron estar frente a la cara de los astados de Antonio Guzmán, de aceptable presentación, pues siempre estuvieron buscando el triunfo que no alcanzaron, ya que aún están en el periodo de aprendizaje, con poca experiencia y pocos recursos, además de un clima desapacible.

Fue una tarde fría, gris por fuera y dentro del ruedo, que rayó en el aburrimiento porque se alargó más de lo debido. Una tarde en que no hubo triunfadores pero sí hubo una sinfonía de avisos por las fallas con los aceros y no hubo corte de orejas.

Los novillos que envió Antonio Guzmán, uno fue sustituido por uno de Villa Carmela, ya que el titular se lesionó en los corrales, fueron de aceptable presentación y todos acudieron a los caballos y unos pelearon más que otros, pero su único defecto fue la poca fuerza, porque fueron de buen estilo, con calidad, y un tanto faltos de alegría por la debilidad. Tuvieron un buen debut.

Sergio Garza, que fue el único que reapreció, tuvo en su contra que estuvo soplando el viento en forma huracanada y le deslució un tanto su labor. Ese novillo saltó al callejón causando pánico, pero nada que lamentar. Garza fue aplaudido en el tercio de banderillas y logró muletazos sueltos por ambos lados y estuvo a punto de ser herido y solamente le rasgó la taleguilla. Escuchó un aviso.

La porra de Cinco Villas que acompañó a Javier Castro no pudieron festejar a su admirador, pues estuvo mal a la hora de matar, pero con la muleta se acopló al ritmo del astado y hasta dos dosantinas ejecutó. Escuchó un aviso.

Arturo Soto tampoco tuvo oportunidad de hacer una faena con ligazón. Sólo pases sueltos y estuvo machacón. Escuchó dos avisos y se retiró entre feo abucheo. Y de ahí empezó a caer la lluvia.

Paco Miramontes “Lagartijo”, quien quiere hacer todo y no hace nada. Anduvo sin plan y muchos muletazos sin temple ni mando. A pesar de que le dieron tres puyazos y fue el novillo más hecho, no pudo con él. En dos ocasiones se tiró a matar y salió rebotado y salió al tercio por su cuenta y se arrancó a dar la vuelta, o cuando menos así se vio, pues lo hizo pegado en tablas y fue protestado con fuerza. En realidad iba camino a la enfermería, pero lo hubiera hecho cruzando el ruedo, no como lo hizo.

A José Rodrigo, hijo de Miguel Cepeda “El Breco”, se le vio que tiene deseos hacer el toreo diferente a los demás y se le ve inventiva, pero sin concretar y menos con el novillo que le correspondió que tuvo sus problemas. Y estuvo fatal con la espada y escuchó dos avisos.

Ramón Fernández cerró el festejo con un astado con poca cara y perdiendo las manitas de constante y poco pudo hacer. Mató pronto.

SERGIO Garza se salvó de ser herido, pues vea cómo le entró el pitón, pero sólo le rasgo la taleguilla.

PACO Miramontes “Lagartijo” fue rebotado en dos viajes en la suerte suprema, salió ileso.

JAVIER Castro inició así su faena en el centro del ruedo, pero no hubo mayor ligazón.

JOSÉ Rodríguez pasó apuros en el tercio de banderillas, pues clavó muy comprometido.

RAMÓN Fernández poco pudo hacer frente a un novillo que perdía las manitas de constante.