Un juez federal revocó la suspensión de cuatro partidos del quarterback de los Patriotas, Tom Brady, por la polémica de balones desinflados conocida como ‘Deflategate’.

El juez Richard M. Berman dijo que el comisionado de la NFL, Roger Goodell, se excedió al imponer el castigo al jugador estrella de Nueva Inglaterra y cuatro veces campeón del Super Bowl.

Brady insistió que no tuvo nada que ver con los balones desinflados que su equipo utilizó en el partido por el campeonato de la Conferencia Americana de la temporada pasada.

La decisión permite a Brady jugar el primer partido de la temporada el 10 de septiembre contra los Acereros de Pittsburgh.

La noticia llega como “bomba” a la NFL y  al comisionado Roger Goodell, quien impone las sanciones más fuertes dentro del deporte en los Estados Unidos.

El caso Brady vs NFL es otro fracaso a la liga como en el  Bountygate contra los New Orleans Saints, el mal manejo del caso de violencia doméstica del casi Ray Rice y la reducción de la sanción impuesta al liniero defensivo Greg Hardy de 10 a cuatro juegos, también por violencia. Son cuatro golpes fuertes a la liga, pero tal vez ninguno tan mediático como el que acaba de suceder este jueves.

AP