Con la tecnología de Google Traductor

Mira

27, julio 2014 - 14:00

┃ Omar Delgado

cro-futm-pumas-chivas



[symple_tabgroup]
[symple_tab title=”Crónica”]

POR LUIS GARCÍA OLIVO

YA en el ocaso y cuando parecía que el marcador no se movería… Un fuerte rayo que emanó de los pies del experimentado Fernando Arce arruinó el comienzo de Pumas en su casa y, de paso, quebrantó la sequía de Chivas sin ganar en el feudo universitario desde hace diez años, por lo que en duelo de grandes, al tapatío le tocó festejar y al capitalino llorar…

Bastó el trallazo de Arce para que el Guadalajara se proclamara justo vencedor, ya que en el campo de juego siempre fue más y creó las mejores, pese a que se vio disminuido por la expulsión de Ángel Reyna a quince minutos del final, en donde el flamante refuerzo perdió los estribos y el silbante, César Ramos, encendió la pólvora al no apelar a la ley de la ventaja.

Cual anillo al dedo, el tijuanense Fernando Arce le dio tres puntos valiosos al Rebaño en la cuestión porcentual, oxígeno puro y más para un jugador que toma relevancia en su arribo al equipo, pues en dos partidos suma dos anotaciones y ambas de tiro libre. La experiencia le sonríe al Rebaño.

TRALLAZO
El gol de Fernando Arce le dio al clavo para destrabar un 0-0 poco atractivo, en donde reinó el ambiente soso, de mucho roce, de juego cortado y sin un dominio contundente por parte de Chivas y Felinos.

En el papel, Guadalajara evidenció la justicia, fue un poco más, tuvo las mejores y se dio el lujo de estrellar el travesaño en par de ocasiones. Sin embargo, Arce, casi desde media cancha, con su mágica pierna derecha y en complacencia de Israel Castro, que alcanzó a agachar oportunamente al momento que el balón pasó para después pegar en el palo e incrustarse en las redes, fue el motivo para que Chivas se saliera con todo el botín en las manos, con las tres unidades que hicieron festejar a los miles de rojiblancos que acudieron a Ciudad Universitaria y vieron quebrantada la jettatura felina.

Por lo que, como reza el proverbio, no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla. CU se le volvió a dar a Guadalajara, más allá de que le hizo frente a once felinos, una temperatura que rozó el calvario y un arbitraje que de rigorista pasó a ser “malito” en la persona de César Ramos.

La mano de Carlos Bustos cada vez se ve más en el Guadalajara. Hoy su parado fue con tres centrales en el fondo, dos laterales de salida, par de contenciones, dos volantes abiertos y una sola punta, que por momentos borraron a los felinos que robaron cámara la semana pasada en La Corregidora.

Así que el Guadalajara llegó a CU sin encerrarse, a proponer y desde el comienzo encontró el travesaño de Pereira y en el complemento una clara de Omar Bravo que éste mandó a las nubes.

En cambio, los universitarios, de la mano de Javier Cortés, encontraron la ocasión de anidar, pero la astucia de Salcido rechazó exacto para impedir la anotación, cuando Daniel Ludueña e Ismael Sosa se vieron diezmados ante la fuerte temperatura.

La mejor parte de los tapatíos se dio en el segundo tiempo, en donde le quitó el balón al rival y éste llegó contadas ocasiones a la cabaña de Antonio Rodríguez. El funcionamiento fue claro, Chivas se lanzó en pro de la victoria, por ende contó la de Bravo, una más de Aldo de Nigris y el segundo trallazo de Arce al travesaño. Así que Reyna hizo lo que quiso y Omar mostró blasones.

No obstante, el de casa intentó crear peligro con la única que tuvo, pues Britos sacó riflazo que fue contenido por el meta rojiblanco, luego de una gran jugada de Javier Cortés.

Cuando el duelo entró en la recta final, Reyna se ganó la segunda amarilla debido a que su enojo lo descargó en un balonazo a Cabrera, el cual derivó de un grave error del juez, al no dejar correr una llegada de Ángel, por lo que Chivas se quedó con diez, más allá de que no se aplicó la ley de la ventaja.

Tras ello, Arce destrabó las cosas con su gol y Guadalajara reculó para cuidar su ventaja, al encerrase con la entrada de Kristian Álvarez y el banquear a Carlos Fierro, luego de 17 minutos de juego. El tiempo agonizó y el de casa también vio la roja en la persona de David Cabrera, en medio de una victoria que ilusiona al Guadalajara más allá de los líos porcentuales y evidencia el espejismo del Felino.

[/symple_tab]
[symple_tab title=”Minuto a Minuto”]


[/symple_tab]
[symple_tab title=”Estadísticas”]
[/symple_tab]
[/symple_tabgroup]







Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí