Con la tecnología de Google Traductor

Mira

Ajo y agua. Hugo Sánchez
titulo-foto

Hugo Sánchez

4, agosto 2020 - 8:15

Ajo y agua

AJO Y AGUA

Nada es para siempre

Ciro Immobile conquistó su primera Bota de Oro, y con ello marcó la recta final en las carreras de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, al menos como los dos gigantes del futbol europeo que se han disputado la supremacía como los mejores goleadores en todo el mundo durante la última década

POR HUGO SÁNCHEZ

Han pasado 12 años desde que vimos como un joven de 23 años de edad, llamado Cristino Ronaldo, irrumpió en la élite del futbol internacional como máximo goleador de toda Europa, gracias sus 31 goles, entonces, firmados con la playera del Manchester United.

Dos años después, el portugués conoció al que sería su gran adversario, un argentino, de baja estatura, surgido de las fuerzas básicas del Barcelona, y quien, a sus también 23 años de edad, lo retó con los 34 goles que valieron para conquistar su primera Bota de Oro.

Muchos logros han conseguido en todo este tiempo, tanto a nivel grupal, como individual. Un año antes de que Messi conquistara el primero de sus seis títulos como máximo goleador de Europa, Cristiano Ronaldo dejó al Manchester United para convertirse en el nuevo referente del Real Madrid, con el que ganó dos Ligas españolas, dos Copas del Rey, dos Supercopas de España, cuatro Champions League, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales a nivel de clubes.

Sus 450 goles con los Merengues le permitieron ganar tres Botas de Oro más, en 2011, 2014 y 2015, antes de fichar con la Juventus, en 2018.

Esta temporada, tras un inicio muy por debajo de los altos niveles a los que nos tiene acostumbrados, la condición física del delantero comenzó a generar dudas, a sus ya 35 años de edad.

Incluso desde el año pasado, muy a su pesar, ha tenido que gestionarse físicamente, como ocurrió el domingo, en la última jornada de la temporada, ante la Roma, cuando el técnico Maurizio Sarri decidió darle descanso de cara al duelo del próximo viernes contra el Lyon, en la vuelta de los octavos de final de la Champions League.

Al no figurar en la lista de convocados, el portugués quedó oficialmente fuera de la pelea por la Bota de Oro, distinción que pocos hemos tenido el honor de ganar, en mi caso, en la temporada 1989-1990, cuando anoté 38 goles con el Real Madrid.

Con esa mentalidad ganadora que tanto le caracteriza, para Cristiano Ronaldo no debió ser fácil aceptar su retirada en la pelea por la Bota de Oro, en la que era el último que podía dar alcance a Immobile, con 31 anotaciones.

Caso similar vive Lionel Messi, ganador de la Bota de Oro durante las tres últimas
temporadas. Ahora es flamante capitán del Barcelona, al que le juró amor eterno, pero en el que ya no se siente a gusto debido a la serie de polémicas que ha protagonizado con la directiva, en los últimos años.

Con la playera culé, el argentino ha anotado 633 goles, de los cuales 444 lo convierten en el máximo goleador histórico de la Liga española.

Este año, Messi anotó 25 goles, que le valieron para sumar su séptimo Pichichi, el cuarto consecutivo, con el que igualó la marca que establecí al hacerme merecedor de tan prestigiosa distinción en 1985, 1986, 1987 y 1988, así como en 1990.

Sin embargo, lo anterior no le alcanzó al Barcelona para ganarle al Real Madrid, el mejor equipo de todos los tiempos, en la carrera por el título de la Liga española de esta temporada.

Actualmente tiene 33 años de edad, y aunque aún tiene cuerda para rato, desde la
temporada pasada ha adoptado un rol diferente, al retrasar un poco su posición para destacar como asistidor.

Este curso repartió 22 pases para gol, toda una marca en la Primera División del futbol español.

Definitivamente el trono al mejor goleador del mundo comienza a buscar sustituto; y mientras Neymar o Antoine Griezmann se deciden a dar el gran salto, existen jugadores como Robert Lewandowski, quien ya no es un joven, pero que esta temporada anotó 34 goles con el poderoso Bayern Múnich, que conquistó su octavo título consecutivo en la Liga alemana, antes de que Immobile apareciera para arrebatarle al polaco la Bota de Oro, cuando parecía imposible que alguien pudiera hacerlo.

Somos afortunados al haber presenciado una época protagonizada por Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, pero, lamentablemente, nada es para siempre, y después de tantos años al máximo nivel, es normal que el cuerpo comience a cascabelear y a pasar factura por todos sus goles.

¡Que te lo digo yo!