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Ajo y agua. Hugo Sánchez
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Hugo Sánchez

26, diciembre 2017 - 8:49

Ajo y Agua

NAVIDAD MERENGUE 

Aprovechando que estoy pasando la Navidad y Año Nuevo con mi esposa e hijas, y que venimos a Madrid para estar con mis suegros y cuñados, pude confirmar con anterioridad mi asistencia, junto con mi esposa, a la cena navideña, que anualmente se realiza entre los veteranos que hemos estado en el Real Madrid, tanto jugadores como cuerpo técnico, masajistas, utileros, directivos, etcétera, y que nos permite convivir y compartir vivencias y situaciones que nos han pasado tanto a nivel personal como del equipo que nos identifica, que es el mejor de todos los tiempos, el mejor club y la mejor institución deportiva que hay en el mundo.

Siempre que nos reunimos nos da mucho gusto y a la vez nos vamos dando cuenta cómo estamos tratando la vida, porque en muchas ocasiones cuando uno ve a un compañero que no había visto en mucho tiempo, y nosotros teníamos cinco años de no asistir a esta cena, pues en alguna ocasión sucedió que al vernos un poquito maltratados uno le dijo al otro: “Qué mal te ha tratado la vida”, y aproveché para comentar que más bien uno maltrata a la vida, y no es que la vida nos maltrate a nosotros. En ese instante nos reímos todos, porque es la realidad.

Tener la oportunidad de charlar con ex compañeros como Rafael Martín Vázquez, Paco Buyo, Pedro Jaro y Adolfo Aldana, con quienes compartimos la mesa, y con otros como Miguel Ángel (portero); por supuesto, Emilio Butragueño, Miguel Porlan (Chendo), Agustín y mi primer compañero de habitación cuando llegué al Real Madrid, Pepe Salguero, además de Carlos Alonso Santillana y Alfonso, entre otros.

Fue muy agradable reencontrarme con todos estos grandes jugadores que hemos ayudado de una u otra forma a construir este Imperio Blanco. Cenamos como siempre se come en España, exquisito, y pasada la media noche nos retiramos, ya que la cena se hizo en el Palco Presidencial del Santiago Bernabéu, y había que dajarlo preparado para el día siguiente, porque se iba a celebrar el clásico entre Real Madrid y Barcelona.

CLÁSICO LAMENTABLE

El clásico en el Bernabéu fue lamentable. No me pregunten por qué, ya que la derrota no le gusta a nadie, y claro que no nos gustó nada, ya que esta derrota en propia casa, aparte de ser dolorosa, caló más porque asistí al estadio Santiago Bernabéu con mi esposa y mis hijas en un palco VIP, donde tuve la oportunidad de convivir con Kaká, que iba acompañado de su familia también.

El partido en el primer tiempo nos entusiasmó mucho, ya que el Real Madrid actuó de manera agresiva, creando varias ocasiones claras de gol, que fueron como cinco, y el Barcelona apenas dos. Esta falta de efectividad del primer tiempo afectó, ya que el Barcelona, en el segundo, salió mejor parado táctica y estratégicamente al campo y se fue arriba en el marcador. Cuando Zidane preparaba los cambios, que por cierto fueron un poquito tarde, provocaron esa jugada en la que Carbajal cometió penalti para evitar un gol del Barcelona y esto le valió la expulsión. Fue un penalti que Messi aprovechó para subir el marcador a 0-2. En ese momento una de mis hijas preguntó si se podría remontar, y contesté que no. Ir perdiendo con el Barcelona 0-2 y con un hombre menos, es muy difícil. Lo mejor es no recibir más goles, pero al poco rato cayó el tercero y esto provocó que muchos aficionados abandonaran el estadio, ya que se daba por perdida esta gran oportunidad de recortar distancias con los catalanes, que antes del partido llevaban una ventaja de 11 puntos a falta de un partido del Real Madrid, y si se le hubiera ganado al Barcelona, y ganado este pendiente, se hubiera recortado a cinco puntos, y así era factible que se pensase en hacer una remontada en la clasificación general, pero el hubiera no existe tanto en el futbol como en la vida, y ahora, ya con 14 puntos, a pesar de este juego pendiente, son demasiados pensando que el Barcelona tendría que perder cuatro partidos en lo que resta de la liga, y que el Real Madrid ganara todos, y eso es casi imposible.

¡Que te lo digo yo!