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Ajo y agua. Hugo Sánchez
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Hugo Sánchez

9, noviembre 2021 - 8:00

Ajo y agua

Vestidos y alborotados

Justo cuando quedaron definidas las parejas que abrirán la pista del baile previo al inicio de la Fiesta Grande del futbol mexicano, llega la Fecha FIFA de noviembre para provocar un receso de casi dos semanas, que nos dejará cierto grado de emoción e intriga. Habrá equipos a los que les permitirá recuperar jugadores lesionados e incluso sensaciones perdidas en las últimas fechas, como el América. Sin embargo, a otros les frenará, de tajo, el gran momento con el que cerraron la fase regular, como es el caso de los Pumas de la UNAM.

POR HUGO SÁNCHEZ

Después de 17 fechas disputadas, América, Atlas, León y Tigres lograron, en ese orden, el pase directo a la Liguilla del Torneo Grita México 2021, a falta de que otros cuatro equipos se les sumen mediante la repesca. 

Si la espera fue larga, ahora lo será aún más, ya que será hasta el 20 y 21 de noviembre cuando los siguientes ocho equipos en la clasificación se vean las caras entre ellos, debido a la Fecha FIFA de noviembre, en la que la Selección Mexicana se enfrentará a Estados Unidos y Canadá, dentro de las eliminatorias de la Concacaf para el Mundial de Qatar 2022.

Peor será aún la situación para los equipos que mayor regularidad mantuvieron, ya que reaparecerán en los cuartos de final hasta el 24 y 25 de noviembre.   

Se supone que su posición en la clasificación debería darles cierta ventaja, pero casi tres semanas de descanso resulta excesivo. 

Además, los cuatro últimos invitados a la Fiesta Grande del futbol mexicano tendrán mayor ritmo de juego, al regresar a la acción cuatro días antes.  

Todo depende del cristal con que se mire. Lo único cierto es que las condiciones están dadas para todo, casi por igual; aunque sin que eso implique que sea lo idóneo. 

Es ahí donde surge la importancia de sentarnos a escuchar la propuesta de la FIFA para modificar el calendario de competición, por mucho que pueda llegar a parecer descabellada con la disputa del Mundial cada dos años.

En los últimos días han sido varios los jugadores que se han caído de las convocatorias, ya sea por lesión o porque incluso han preferido darse un respiro al señalar que no están en condiciones idóneas para representar a sus selecciones nacionales, al menos con el alto nivel de desgaste y exigencia que implica.

De seguir así, ni las selecciones nacionales ni los clubes podrán contar con sus jugadores, quienes, debemos resaltar, son los protagonistas de este hermoso deporte, razón por la cual debemos no sólo cuidarlos, sino también escucharlos. 

Por ejemplo, América podría recuperar a tiempo al defensor Sebastián Cáceres, quien se perdió los dos últimos partidos, y es, además, una de las ocho bajas por lesión que la selección uruguaya presenta de cara a los partidos contra Argentina y Bolivia, en los que se jugará gran parte de sus posibilidades de clasificar al Mundial de Qatar 2022. 

También le dará tiempo al técnico Santiago Solari para hacer un replanteamiento luego de la derrota frente al Cruz Azul y el empate sin goles contra Monterrey que firmó, precisamente, en las dos últimas fechas del torneo regular. 

Los Pumas de la UNAM, por su parte, podrán darse un respiro después de la emocionante victoria que lograron el domingo contra el Cruz Azul, con voltereta espectacular nada más ni menos que frente al vigente campeón y que terminó con marcador de 4-3. 

Hace poco más de un mes el conjunto felino estaba en la penúltima posición de la clasificación, pero después de cuatro partidos sin perder, los tres primeros saldados con triunfo, logró meterse en la pelea hasta alcanzar la posición 11 en la tabla, la penúltima que da acceso a la repesca. 

No obstante, podría ser una navaja de doble filo. Todo dependerá de la planeación que Andrés Lillini tenga contemplada de cara al partido contra el Toluca. 

Santos-Atlético de San Luis, Puebla-Chivas y Cruz Azul-Monterrey completarán la repesca del futbol mexicano, que ojalá nos depare muchas gratas sorpresas, para que valga la pena quedarnos vestidos y alborotados, aunque más emocionados. 

¡Que te lo digo yo!