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Ajo y agua. Hugo Sánchez
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Hugo Sánchez

5, febrero 2019 - 1:45

Ajo y agua

Nico, más cuidado, por favor

Me parece un despropósito decir que llegas al más grande, cuando gracias a Pumas se le abrió la puerta para enrolarse en el futbol europeo; la molestia es doble, porque regresa muy rápido y frente a un rival directo del Club Universidad

POR HUGO SÁNCHEZ

La llegada de Nicolás Castillo ha generado una gran expectación, pues aparte de ser un gran delantero, su salida de Pumas fue por solicitud propia para irse al futbol europeo, y ahora ha levantado algunas ámpulas porque su retorno se produjo muy pronto, y no como muchos querían, o suponían, a la escuadra universitaria. Al no ser así, su regreso resulta todavía más polémico, ya que sus primeras declaraciones al arribo a la Ciudad de México, en su encuentro con los medios de comunicación, manifestó que llega al equipo más grande del país, y ahí es donde me hubiera gustado que así como Castillo, todos los jugadores que vengan a México, o lleguen a cualquier parte del mundo, especialmente cuando el equipo al que llegan crea mucha expectación, deberían  tener asesores que los conduzcan para que sus declaraciones sean las más convenientes.

Si Nicolás Castillo hace estas declaraciones dentro de su nuevo equipo, que es el América, me parece bien que lo diga, especificando que para él es el más grande en cuanto a títulos ganados, porque tendría razón, pero para no herir susceptibilidades en otros equipos grandes de México, y uno de ellos es justo donde se abrió las puertas del futbol mexicano, y que éste a su vez le ayudó para enrolarse en el futbol europeo, en este caso en el Benfica de Portugal, debería tener más cuidado en sus declaraciones. Y es que la molestia no solamente es porque no regresó a Pumas, sino que se va a un rival directo de toda la vida.

Además, si hablamos de grandes, ahí tenemos a Chivas, a Cruz Azul, y ahora podríamos considerar a otros más que se han ganado el calificativo de grandes por sus resultados al cabo de estos últimos años: Tigres y Monterrey, se podrían sentir aludidos en este selecto grupo. Y qué decir de Santos, Pachuca y Toluca, que están levantando la mano para colocarse en esos niveles.

Ojalá que a todos los jugadores que les pase algo parecido, como lo que está viviendo Castillo, pudieran hacer las declaraciones pertinentes para evitar molestias de mucha gente. Porque definitivamente Nico es un profesional y después de cumplir sus contratos, como lo hizo muy bien en Pumas, y a pesar de sus numerosas lesiones dejó un grato recuerdo, ahora, en cambio, pienso que sus declaraciones afectarán algo su estancia en el ambiente futbolístico mexicano.

Este aprendizaje es para todos los futbolistas, tanto los que llegan a México como los que llegan a cualquier otro equipo importante del mundo. Hay que ir bien preparados no solamente en lo físico, en lo técnico, en lo táctico y en lo estratégico, sino también en lo psicológico, ya que en la parte mental también hay que estar muy preparado y hacer las declaraciones más convenientes para ganarse el afecto de la gente y no el desprecio, como algunos lo están sintiendo.

Contaré cómo fue mi caso. Yo desde niño me formé en las fuerzas básicas de Pumas, para después, teniendo la ilusión de ir a unos Juegos Olímpicos, ya que me había dado envidia con mi hermano Horacio al asistir a Múnich 1972. Yo quise entonces ir a los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976 para sentir lo que en su momento había sentido mi hermano en todos esos instantes y viajes donde yo lo seguía a distancia con una envidia de la buena.

Así, antes de hacerme profesional, ya que en ese entonces no aceptaban futbolistas profesionales en los Juegos Olímpicos, viví una gran experiencia, y a mi regreso fui el único jugador de esa selección olímpica que me fui a Pumas: primero, porque surgí ahí; segundo, porque es el equipo que más quería; y tercero, porque deseaba estudiar la carrera de cirujano dentista en esa institución.

Después de mi etapa con Pumas, que ya todos conocen, me había fijado la meta, estando en la selección olímpica, de jugar en Europa, ya que tuve la oportunidad en cinco ocasiones de viajar para allá en los torneos de Cannes 74, 75, 76, y de Toulón 75 y 76, y me di cuenta de que el mejor futbol del mundo estaba en ese continente.

Y España fue mi destino, pero después de 11 años de vivir grandes momentos, cuatro años con el Atlético de Madrid y siete con el Real Madrid, decidí regresar al futbol mexicano, y fue precisamente al América, pero yo regresé porque me pagaban lo mismo que el Real Madrid, y era mucho dinero… Por eso regresé. Ahora bien, siento que es muy diferente mi retorno al de Nico Castillo.

A la vez, quiero comentar que para mí el equipo más importante de México es el de la máxima casa de estudios que hay en este país. Así es, los Pumas de la UNAM. Y no hace falta decir porqué es el más importante de México, porque sobran las explicaciones y, por cierto, Pumas tiene muy bien ganado su lugar entre los grandes.

¡Que te lo digo yo!