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Ajo y agua. Hugo Sánchez
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Hugo Sánchez

24, octubre 2017 - 9:19

Ajo y Agua

 

THE BEST HACE JUSTICIA A CRISTIANO

Era normal que el ganador del premio The Best de la FIFA fuera Cristiano Ronaldo, ya que los logros conseguidos por el portugués con el Real Madrid son simplemente en los torneos más difíciles que hay en el mundo: la Liga de Campeones de Europa y la Liga de España. Además,  en la Champions fue el máximo goleador, con 12 anotaciones, y tuvo una gran contribución global en todo 2016 para el Real Madrid. Entonces, por lógica, el nombramiento como el mejor futbolista del planeta es bienvenido.

Sabemos que Messi estuvo cerca en la votación, y Neymar también, pero la justicia deportiva menos mal que ha sido honesta en esta ocasión, y más les vale a los miembros de la FIFA que sea siempre así y no haya otro tipo de intereses ni posturas políticas que influyan para cambiar un veredicto justo para ser catalogado el mejor.

Este es un gran logro, después de la separación de France Football y la FIFA, nos imaginamos los motivos por los cuales se separaron. Ahora se encuentran en una dura lucha por ser valorados como el reconocimiento o premio más importante de Europa y, en este caso, del mundo.

Muchos años han pasado desde que eran socios incondicionales, pero después del escándalo de corrupción todo cambió y eso no gustó a nadie. Por eso la FIFA tendría que hacer una labor de limpieza y purificación, sin equivocarse y volver a incurrir en cosas raras.

A finales de año, Cristiano Ronaldo muy seguramente superará a Lionel Messi, porque además de igualarlo con cinco Balones de Oro, tendrá a su favor los dos premios The Best, que hasta ahora ha entregado la FIFA.

CRUZ AZUL, EQUIPO GRANDE

La personalidad, el carácter y el estilo de Paco Jémez, desde que llegó al futbol mexicano, ha llamado mucho la atención. El estilo de juego que ha implantado a los equipos que ha dirigido en España, como el Alcalá, Córdoba, Cartagena, Las Palmas,  Granada y Rayo Vallecano  han agradado por su vistosidad, pero esta manera de jugar no le ha dado logros ni títulos, por eso fue extraña su llegada a un equipo grande de México como es Cruz Azul, que está muy necesitado de recuperar su grandeza en cuanto a juego se refiere.

Se pensaba que con el futbol alegre que practica el entrenador español ayudaría para conseguir resultados favorables y que esto pudiera traducirse en llegar a la Liguilla y cosechar  títulos. Y cuál ha sido la sorpresa de que Jémez primero llegó a dirigir a unos jugadores y a un plantel que le impusieron y después, en la siguiente temporada, pudo hacer sugerencias sobre cómo reforzar el plantel y de todos modos Cruz Azul no logra los resultados que se esperan.

Las declaraciones del entrenador en el sentido de que Cruz Azul no es un “equipo grande” han sido llamativas. Pero él simplemente se está mostrando como siempre ha sido, directo para decir las cosas muy claras, tal y como las siente. Jémez lleva escasas dos temporada cortas y quiere dar un revulsivo a sus jugadores al decir que este equipo que dirige no tiene los jugadores con la estatura para construir grandes resultados que permitan a La Máquina mantener esa grandeza que se ha ganado a lo largo de la historia con títulos y mucha regularidad.

El énfasis de Paco Jémez quedó abierto para que los mal intencionados lo tomen del lado negativo y lo razonable es que él se refiera al tiempo que lleva en Cruz Azul y a la historia que conoce. Ojalá que este acicate a los jugadores sea un llamado de atención a todos para que quien no muestre la capacidad para estar en un equipo grande como Cruz Azul, quede fuera. Aún así, Paco Jémez podría replantearse el cambiar un poquito su estilo, ya que los jugadores hasta la fecha no han entendido su alegría, su intención y su deseo de mantener lejana la presión de su portería, pues dejan muchos espacios abiertos a las espaldas de los defensores, y muchos equipos lo están aprovechando. Estas dos cosas ayudarían a crecer para obtener mejores resultados, pero creo que el daño fuerte que tienen los cementeros  no es en la forma de jugar del equipo de Paco Jémez, sino en el fondo, en las estructuras de este club en las que definitivamente tiene que haber un cambio importante.

SANGRE NUEVA

Me da tristeza ver que en el futbol mexicano hay muchos despidos de colegas en la dirección técnica de los equipos porque los resultados no les acompañan y esto precipita las destituciones, como consecuencia del nerviosismo que entra a los dueños y presidentes de los clubes.

Si estos torneos fueran largos, habría más paciencia y por supuesto menos desgaste y más calidad en los partidos; tal vez no tanta emoción como tener dos Liguillas en un año, pero eso ayudaría a que no tantos técnicos pierdan su chamba.

Jaime Lozano ha sufrido una de esas consecuencias que da el precipitado futbol mexicano. Hay muchas prisas para todo. No hay calma, paciencia ni inteligencia para imitar a otros países que nos ayudarían a estructurar mejor todas nuestras instituciones y competiciones.

Viva el futbol mexicano.

¡Que te lo digo yo!