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Ajo y agua. Hugo Sánchez
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Hugo Sánchez

26, marzo 2019 - 2:08

Ajo y agua

El efecto “Tatiano”

Gerardo Martino ha provocado optimismo y confianza entre los seleccionados, quienes están a favor de la nueva etapa del Tricolor, aunque no conozco a nadie que en un inicio hable mal de algún proceso

El efecto “Tatiano” ha iniciado con un buen resultado. No han sido muchos días los que el nuevo cuerpo técnico argentino ha tenido oportunidad de trabajar para dar una idea clara en cuanto al estilo de juego que se pretende, pero según vayan pasando los días, los entrenamientos, las charlas tácticas y los pocos partidos que se tienen contemplados previo a la primera competición oficial que es la Copa de Oro, un torneo que es obligado ganar para no quedar fuera de la Confederaciones, todo se verá con mayor claridad.

Esta primera experiencia ha dado confianza y optimismo a unos jugadores que obviamente estarán dando comentarios a favor de esta nueva etapa para la Selección Mexicana. No conozco a ningún jugador en el mundo que cuando se inicia una nueva etapa haga comentarios adversos, porque sabe perfectamente, y más en nuestro país, en el que las represalias llegan de manera inmediata, y como esto lo saben los jugadores, obviamente todos los comentarios que se hagan hacia el nuevo cuerpo técnico, siempre van a ser favorables.

En lo futbolístico podríamos comentar que una de las cosas más importantes obviamente es el resultado. Ganando se trabaja con mayor comodidad, motivación y confianza, ya que el próximo partido, contra Paraguay, se prepara de otra manera, y me refiero a lo siguiente: como el resultado con Chile es una victoria con un marcador más amplio de lo que se vio en el terreno de juego, ayudó para quitarnos ese mal sabor de boca que tendremos en el recuerdo por siempre: el 7-0, pero no se ha podido borrar ni será posible hacerlo hasta que estemos en el partido de la venganza en las mismas circunstancias, que es en unos cuartos de final de Copa América, y que el resultado sea por lo menos el mismo: 7-0 a favor de México, y esto dudo que se pueda conseguir en poco tiempo. Posiblemente nunca se logre.

Los jugadores que vieron acción en el duelo contra los chilenos tuvieron buena actuación en general, unos más que otros, pero en términos generales aprovecharon que los rivales también mostraron nuevas caras y que indudablemente no evidenciaron ese potencial que tuvieron en aquel partido ya comentado. No por ello se va a demeritar el triunfo de los mexicanos, porque la verdad es que si alguien mereció el triunfo, fueron justamente los dirigidos por Gerardo Martino.

Este triunfo permitirá utilizar a todos o casi todos los convocados, que esta sería la idea que supongo va a efectuar Martino. Si se hubiese perdido contra Chile, era difícil atreverse a poner otro cuadro completamente distinto, pero dado el resultado es casi obligado el no hacer viajar a tantos jugadores de cualquier parte del mundo para no utilizarlos y observarlos en acción, y más aún cuando no los conoce y no los ha visto de cerca; así que contra Paraguay, el partido de este martes, veremos un cuadro muy distinto, pero que servirá para analizar y sacar conclusiones para determinar cuál será la lista definitiva para el primer torneo oficial en el que se podrá ver el potencial de esta nueva era “Tatiana”.

En lo extradeportivo, quiero mencionar que desde mi estancia en la Selección Nacional, como director técnico, dejé algunas herencias muy buenas que todavía hoy se siguen poniendo en práctica. Yo fui el primero, por ejemplo, en establecer que en lugar de comer o cenar después de un partido, dependiendo de las circunstancias, se hiciera una costumbre llevar a los jugadores a comer o cenar a algunos buenos restaurantes de la ciudad en que se jugara, ya que ese tipo de prácticas benefician mucho en los aspectos de unión de grupo y compromiso, en la búsqueda de objetivos comunes.

Dejé muchas otras herencias que se siguen practicando en la actualidad. Y qué bueno que así sea, que se reconozca mi legado, y ojalá que cuando eso suceda, algunos lo acepten, y que cuando hagan comentarios al respecto, no les salga sangre ni espuma de la boca, que cuando reconozcan que yo fui el que implementó esas buenas costumbres, acepten que dejé huella en mi paso por la Selección.

Porque, además, algo en lo que he insistido que hace falta y no se pudo implementar en mi tiempo es la repartición de ingresos en cuanto a sponsors se refiere, y que siempre he dicho debería ser equitativa. Los dineros que ingresan por este concepto deberían distribuirse 50% para la Federación y 50% para los jugadores. Ese es un tema en el que hay que seguir empujando para imponerlo como una de las buenas costumbres que se tienen en otros países, o más bien dicho en otras selecciones del mundo, mediante la cual se brinda un trato digno al futbolista, y no se le explota como suele hacerse en México.

Ya es hora de que se hagan las cosas de manera profesional, como se deberían hacer en este país, y no solamente en el futbol, sino en todos los ámbitos de la vida.

¡Que te lo digo yo!