En el Torneo de Copa 2015, en el partido Atlante vs. Pachuca celebrado en Cancún, el silbante Adalid Maganda, quien actuaba como cuarto oficial, recibió burlas racistas por parte de los futbolistas tuzos, cuando ingresó al vestidor visitante y fue recibo por sonidos de simio, en una clara alusión a que el mencionado juez, oriundo del estado de Guerrero, es de raza negra.

En aquel entonces, el aludido “ni pio” dijo. Tanto el “homónimo de palillo”, presidente del Pachuca, como el “doctor”, jefe de instructores concluyeron que “se había tratado de una broma de vestidor entre muchachos y no de un acto de racismo” ¡sí chucha!

No se necesita ser un genio para adivinar que le prometieron, a cambio de “su silencio” y de hipotecar su dignidad, darle continuidad a su carrera y debutarlo en la Primera División, lo que al parecer cumplieron parcialmente; pero, poco les duró el gusto, una vez que cambió la administración, “terminó” el pacto de la ignominia.

Ahora, don Adalid ha sido cesado del arbitraje y aduce como causal de su despido el racismo. Afirma que quienes actualmente dirigen los destinos de los hombres de negro, se han referido a su persona llamándole “pinche negro”.

Es entonces cuando surgen las preguntas ¿Por qué no se quejó de inmediato, cuando (como él lo afirma) un miembro de la H. Comisión de Árbitros se refirió a su persona diciéndole “pinche negro”; sino que, lo hace hasta ahora que es despedido? ¿Por qué en el caso de los futbolistas de la Bella Airosa, que se burlaron flagrantemente de él, se quedó callado?

Bueno sería mencionar que el ahora ex silbante, no ha pasado las pruebas fiscas. Él aduce que ha sido porque está lesionado; sin embargo, luce panzón, pasado de peso y fuera de forma. De cualquier manera “haiga sido como haiga sido” no las ha acreditado.

Del mismo, modo las visorias que le realizaron en el Torneo de Copa y en la División de Ascenso reportaron que no tiene la calidad suficiente para desempeñarse en el máximo circuito.

Además, le puedo asegurar que se trata de una persona desleal, que le fue a ofrecer a la H. Comisión de Árbitros, quizá a cambio de prebendas, “audios” en donde se podían escuchar conversaciones privadas de los dirigentes de la AMA (Asociación Mexicana de Árbitros) buscando congraciarse. Sin embargo, dicho material, por supuesto que le fue rechazado.

Se trató de la “crónica de una muerte anunciada”, ya habían hablado con él y le habían advertido que no entraba en los planes, porque no tenía el perfil que se busca, en cuanto a calidad arbitral se refiere, ya no se cuece al primer hervor, tiene 34 años, ya se le pasó el tren, ahora se pretende darles oportunidad a los jóvenes y nada tiene que ver en absoluto su color de piel.

Para mi gusto, que se quiere victimizar. Yo lo he visto “pitar” y desde mi humilde punto de vista… es malísimo.