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Ajo y agua. Hugo Sánchez
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Hugo Sánchez

29, mayo 2018 - 2:12

Ajo y Agua

La final de la Champions League ha sido una experiencia por demás agradable, porque el Real Madrid se proclamó campeón por tercera vez consecutiva en esta importante competición europea, y en estos tiempos en los que vivimos ganarla tres veces seguidas es algo que difícilmente se podrá repetir en muchos años, algo que da claridad sobre la importancia y el valor del éxito obtenido.

El trámite para viajar a Ucrania fue complicado, ya que la entrega de mi visa la retrasaron hasta la madrugada anterior a mi viaje, que fue el 22 de mayo, acompañado de mi esposa, mi hija mayor Hemma y su futuro esposo Ricardo Balderas, quienes recibieron como regalo de bodas la asistencia a la final de la Champions. Finalmente, y luego de algunos contratiempos, pudimos desplazarnos a este gran evento que paralizó al mundo entero.

En el camino a Kiev me encontré con gente conocida. En la escala que hicimos en Múnich me topé nada menos que con mi amigo de siempre, Emilio Butragueño, y con toda la comitiva del Real Madrid que se encarga de las relaciones internacionales y de seguridad, además de periodistas de diferentes medios de comunicación de España.

Al llegar a Ucrania (Kiev) me resultó agradable la ciudad, pues a pesar de la revolución que padecieron hace cuatro años se nota la mejoría. Es evidente que no se trata de una ciudad ni un país conformista, y reaccionaron ante tanta corrupción y leyes que desprotegían al pueblo ucraniano, donde todo era a favor de los gobernantes. Por cierto, los mexicanos tendríamos que aprender algo de ellos. Es tanta la mejoría de este país que ya están haciendo méritos para ser invitados a la Comunidad Europea a futuro, y ser los organizadores de esta final de Champions seguramente les ayudará para conseguir este logro.

El Real Madrid era, por lógica, el favorito para alzar esta Copa tan deseada, pero con la ambición, la presión, la determinación que estaban tendiendo los jugadores del Liverpool estaban demostrando que ellos querían ganar a como diera lugar. En la primera parte el Real Madrid sufrió tanto que el Liverpool estaba demostrando que iba a salir vencedor, hasta que llegó la lesión de Salah y después la de Carvajal. El que salió más perjudicado fue el equipo inglés.

El primer tiempo fue parejo, pero en la determinación y la enjundia de los jugadores resultó vencedor el Liverpool, situación que se mantuvo para el inicio de la segunda parte, con unos ingleses incisivos para presionar el juego madridista. Pero esto duró poco, ya que Karius cometió la que posiblemente sea la jugada más tonta desarrollada en una final de Champions, al querer ceder el balón con la mano a un compañero, pero Benzema, muy listo por cierto, estiró la pierna para introducir el balón a la portería. Este gol, más la lesión de Salah, terminaron por hundir la confianza que habían tenido hasta ese momento los jugadores comandados por Jürgen Klopp. El Real Madrid, a partir de ahí, se hizo dueño del partido, y Zidane no tuvo necesidad de hacer ninguna modificación táctica ni estratégica, porque los propios ingleses se habían suicidado deportivamente hablando.

Para terminar con las desgracias del cuadro rojo vino la participación de Gareth Bale, quien anotó un golazo de chilena desfigurada, pero muy valiosa, para darle la confianza que necesitaba el equipo blanco, para encaminarse a un triunfo histórico nuevamente.

Faltaba la última jugada trágica del partido, y Gareth Bale sacó un potente disparo de larga distancia para batir nuevamente la portería defendida por el portero Karius, quien al parecer quería quitarle protagonismo a Bale para ser el hombre del partido, y estos dos lo fueron; uno por la fortuna y el otro por la desgracia. El arquero alemán tristemente quedará señalado para toda la vida.

Pero no terminan ahí las cosas raras que hubo en este partido, ya que en la celebración por todo lo alto que estaba disfrutando el Real Madrid, vinieron unas desafortunadas declaraciones de Cristiano Ronaldo, diciendo que se marchaba del equipo. Muy equivocadas fueron estas palabras, ya que no era el momento de quitarle importancia a la celebración de todo el madridismo por un gran logro alcanzado, y los medios de comunicación, en lugar de hablar de la grandeza del Real Madrid, de los jugadores, del cuerpo técnico, de la directiva y del plantel en general, se enfocó en esas inoportunas declaraciones de Cristiano.

Fue como un plan con maña del portugués, ya que al no llamar tanto la atención como suele hacerlo en el campo, lo buscó con sus declaraciones. Rectificó, pero demasiado tarde. El daño estaba hecho y la afición madridista, por el éxtasis del triunfo, lo ha perdonado, pero tengo mis dudas de que Florentino Pérez y la alta esfera del Real Madrid lo perdonen.

¡Que te lo digo yo!

FRASES

“En la celebración por todo lo alto que estaba disfrutando el Real Madrid, vinieron unas desafortunadas declaraciones de Cristiano Ronaldo, diciendo que se marchaba del equipo. Muy equivocadas fueron estas palabras, ya que no era el momento de quitarle importancia a la celebración de todo el madridismo”

“Fue como un plan con maña del portugués, ya que al no llamar tanto la atención como suele hacerlo en el campo, lo buscó con sus declaraciones. Rectificó, pero demasiado tarde. El daño estaba hecho y la afición madridista, por el éxtasis del triunfo, lo ha perdonado, pero tengo mis dudas de que Florentino Pérez y la alta esfera del Real Madrid lo perdonen”