MÉXICO va camino a Rusia y lo mejor de todo es que lo hace con alegría. El público hizo una gran entrada y se fue contento. Parece que las historias macabras del Tricolor en las eliminatorias han quedado atrás.

El equipo dirigido por Juan Carlos Osorio es líder del Hexagonal, posición que no era algo común para la Selección, a pesar de que jugando muy mal en otros procesos eliminatorios nunca dejó de asistir a los últimos Mundiales.

Costa Rica era una buena prueba, porque los ticos llegaron al Azteca como líderes de la eliminatoria. Habían ganado sus primeros partidos y eso los hacía peligrosos. Tenían la confianza a tope, pero quedó claro que futbolísticamente fueron bien superados por un equipo que salió conectado, que mostró actitud, deseos y que tuvo más hambre de triunfo durante los 90 minutos.

Esa disposición en el terreno de juego, que es la que nos gusta ver en cada partido, llevó al Tricolor a una rápida anotación que resultó histórica. Javier Hernández alcanzó a Jared Borgetti en 46 tantos, que no es cualquier cosa. El “Chicharito” ya es leyenda, porque además tiene mucho futuro por delante y seguramente hará más goles.

El pase de Carlos Vela fue toda una genialidad. Excelente trazo del jugador de la Real Sociedad y fino pase a la red del atacante del Bayer Leverkusen, para superar al portero Keylor Navas, guardameta tico del Real Madrid. Marco brillante para ese gol número 46, que bien valió la felicitación de Jared Borgetti.

La actuación de México terminó siendo redonda. El equipo funcionó bien. Cierto que Costa Rica tuvo por ahí un par de aproximaciones y en la más peligrosa apareció la figura de Memo Ochoa, quien me gusta para que siga como titular, pero es un hecho que las rotaciones del señor Osorio van a continuar.

Felicidades a “CH14” y también a Rafa Márquez. Merecido homenaje para el capitán del Tricolor, por su larga trayectoria en la Selección Mexicana. Es bueno reconocer a los jugadores que se han entregado en la cancha y que siguen haciendo historia. Rafa le apunta aún al Mundial de 2018.

De milagro, Héctor Moreno no fue expulsado. El arbitraje no fue bueno. La Concacaf sigue creyendo que tiene buenos silbantes y la verdad es que cada vez están peor. Que se cuide México con lo que se pueda encontrar el martes en Trinidad y Tobago. Por cierto que los trinitarios ya reaccionaron, al superar a Panamá, y saben que contra México, de ganar, se meten de lleno a la pelea.

Otro que despertó fue Estados Unidos. Goliza a Honduras, que no deja de decepcionar. Ahí vienen los gringos, que con Bruce Arena y Clint Dempsey mostrarán una versión muy diferente en relación a lo que veíamos con Klinsmann.

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