Veracruz, Chiapas y Morelia no paran de sufrir. Viene la mejor parte en la lucha por la permanencia y todo puede ocurrir.

Esta noche en el puerto, podría haber carnaval en caso de una victoria, porque la salvación estaría muy cerca, pero el empate y peor la derrota, dejarán a los Tiburones Rojos en más aprietos de los que ya han tenido a lo largo del torneo.

Ahora es cuándo para los dirigidos por Juan Antonio Luna, quien tiene motivado a su equipo luego de ese triunfo en CU frente a los Pumas. Si los escualos dejan de sumar en casa al recibir hoy al Monterrey, es porque de plano les gusta el sufrimiento. Desde luego que el partido es complicadísimo, pero al estar en casa tendrán que dar el mejor partido de todo el torneo.

Este fin de semana, Tiburones, Jaguares y Monarcas serán locales. Los de Chiapas recibirán al Santos, y Morelia a los Pumas. Es decir, los tres van a tratar de aprovechar la localía y el que falle tendrá que ponerse a rezar.

De los tres, en estos momentos es el Veracruz el que tiene ventaja. Un punto sobre los chiapanecos y dos sobre los michoacanos. Algo es algo. Esa pequeña ventaja puede ser determinante y más con un triunfo esta noche, porque le metería presión a los otros dos equipos que también están luchando por la salvación.

Monterrey, al igual que Santos y Pumas, tampoco están en plan de ponerse a regalar puntos. Los Rayados quieren mejorar su posición en la tabla, los laguneros desean sellar su pase a la Liguilla y los Pumas aún tienen la ilusión de clasificar.

El drama del descenso se llevará los reflectores en estas últimas jornadas. El arbitraje será fundamental. La Comisión debe estar muy nerviosa porque ha sido una temporada para el olvido y lo peor sería que un equipo se fuera en medio de la polémica.

NUEVA MULTA

El famoso grito que hacen los aficionados mexicanos cuando despeja un portero, y que es producto de la picardía mexicana, le continúa provocando problemas a la Federación Mexicana de Futbol, que debe seguir ahorrando para futuras multas, porque ya van ocho y seguramente habrá más. El aficionado paga su boleto, grita todo lo que quiere y aunque para la FIFA puede resultar discriminatorio, la verdad es que no hay más intención que provocar un poco de diversión en la tribuna. Si alguien se ofende, será cosa de cada quien, porque el portero está concentrado en el partido y ningún guardameta se ha sentido ofendido por eso. Simplemente la FIFA, que se escandaliza por eso, aplica las sanciones que cree convenientes. Todo lo que la FMF ha intentado hasta ahora, de nada ha servido.

Este grito viene desde hace muchísimo tiempo y ha retumbado hasta en las Copas del Mundo, pero la FIFA tiene poco tiempo que lo escuchó y, para sus finos modales, debe ser erradicado.

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