Mañana en este espacio, espero escribir sobre un éxito y no de un fracaso de la Selección Mexicana, a la que le basta con el empate frente a Rusia para avanzar a semifinales. Si Juan Carlos Osorio se reservó jugadores y tiene un equipo fresco para el partido de esta mañana, su idea se debe reflejar en la cancha con un juego más dinámico que el anfitrión.

El colombiano está en todo su derecho de quitar y poner jugadores como cualquier otro entrenador. Tal vez Osorio exagera en el número de cambios que hace de un partido a otro, pero todo es bajo su absoluta responsabilidad. Sabe perfectamente lo que hace, actúa conforme a los apuntes que va haciendo en su libretita y esa es su forma de ver, aceptar y entender el futbol.

Por lo que escuché en la conferencia de ayer, Osorio ya está en un nivel de esos técnicos que creen que ven cosas que nadie más puede observar en un partido. Está bien. Recuerdo que La Volpe decía que tácticamente nadie le ganaba una, pero ni así llegamos al quinto partido en un Mundial. Ya ni hablar de lo que le pasó recientemente en el América.

Mencionó el colombiano que todos saben de futbol, pero no todos entienden del juego. Compruebo una vez más que la Selección transforma a los técnicos. Lo vimos con los últimos que han dirigido al Tricolor, y Osorio no es la excepción. Entiendo que viven bajo muchísima presión, pero también su experiencia debe servirles para saber manejar toda la crítica que tienen a diario. Ojalá que el actual estratega Tricolor, con los métodos que sean, pueda llevar a México a las metas soñadas.

Hay técnicos que quieren hacer del futbol una ciencia. Osorio es uno de ellos, pero hay técnicos más exitosos que tienen una visión más sencilla. Guardiola sería uno de ellos. Si hacemos a un lado la eliminatoria, competencia en la que es una obligación clasificar al Mundial, a Osorio le fue mal en la Copa América Centenario y no le puede pasar lo mismo en la Copa Confederaciones. Lo sabe y por eso está muy presionado.

Los resultados lo siguen respaldando y cualquier calificación que le ponga será positiva porque los resultados mandan. Aquí el asunto es otro y hemos insistido mucho en eso. Queremos ver algo diferente. Una Selección que explote positivamente y que alcance logros que ameriten el reconocimiento, no la crítica. Ni pensar en una derrota este día.

Me gustó una declaración de Andrés Guardado, porque a él también le gustaría ver una Selección que no deje dudas. El experimentado jugador del PSV entiende que la crítica siempre va a existir y hasta habló de detractores que estarán juzgando al equipo, jueguen bien o juegue mal. Lo importante aquí es que el público que siempre apoya al equipo y que le duelen las derrotas, al final pueda celebrar triunfos y no lamentar derrotas.

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