Si algo bueno tenía Juan Carlos Osorio es que frente a los rivales de la Concacaf le había ido de maravilla y ahora resulta que tenemos serias dudas de lo que pueda pasar mañana contra Honduras, un equipo mal dirigido, que está en crisis y que tuvo la suerte de ganar en la mesa el partido frente a Guayana Francesa (3-0), porque en la cancha no ha podido meter ni un gol y su entrenador, Jorge Luis Pinto, habla como si dirigiera a la mejor Selección cuando perdió 1-0 ante Costa Rica, 0-0 con Guayana antes de la sanción, empató sin goles con Canadá y sigue México.

Ya de plano si a un equipo tan malo como el hondureño no se le puede ganar, el señor Osorio ya no tendría nada más por hacer en el Tricolor. Hasta su renuncia sería bien aceptada porque con sus rotaciones lo único que ha logrado es tener todo en contra. Su proceso ha perdido credibilidad. Hay clubes que ya están molestos por sus pésimas planificaciones y sólo falta que termine por culpar a los directivos o a los propios clubes por algún posible fracaso en la Copa Oro.

El colombiano tuvo tiempo para hacer todo su proyecto de Copa Confederaciones y Copa Oro. Si al final las cosas no salieron como él pensó, deberá asumir toda la culpa como máximo responsable del Tricolor. Ha guardado silencio y ha tenido tiempo para reflexionar. Si corrige sus errores podría enderezar el camino del equipo que participa en la Copa Oro, porque aún está a tiempo.

Por lo pronto, hoy conoceremos a los primeros semifinalistas. Estados Unidos está entre los candidatos, al igual que Costa Rica. Es decir, los de siempre. De tal forma que México tampoco puede faltar a la siguiente cita.

ARBITRAJE

Al mismo tiempo que comienza un nuevo torneo, también se abre una nueva era en el arbitraje. Por ahora podemos escuchar cualquier punto de vista de Arturo Brizio, pero lo bueno está por venir. Más que él, la AMA estará en el ojo del huracán porque ya llegó alguien que sabe de arbitraje, que tuvo una carrera ejemplar, que estuvo en dos Copas del Mundo y que pitó un montón de finales. ¿Qué más se puede pedir? Si con él, los árbitros no se alinean y muestran su capacidad y profesionalismo, otra vez quedarán exhibidos. Ojalá lo entiendan porque deben estar a su máximo nivel. Llegó el momento de que jalen todos para el mismo lado, por bien del arbitraje. Si después se sienten traicionados o piden cambios, su credibilidad volverá a quedar muy dañada como sucedió en aquella imborrable fecha 10 del torneo pasado. Nadie discute que muestren unión y que como gremio se fortalezcan; el asunto aquí es que el arbitraje mexicano necesita demostrar que sigue estando entre los mejores del mundo. Para empezar el torneo hay una decisión muy acertada: no se mandarán jóvenes al matadero. Se iniciará con los mejores porque la intención es hacer un gran torneo en términos generales.

Sobre el problema del famoso grito homofóbico, en una entrevista que presentamos hace unos días con Enrique Bonilla, el propio presidente de la Liga MX explicó que se tomarán medidas en cada partido para evitar ese tipo de manifestaciones y el árbitro puede intervenir. Lo que no me imagino es cómo sacarle “tarjeta roja” a tanta gente.

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