No lo hizo de la mejor forma, pero al menos Cruz Azul evitó otra de esas escenas de dolor, vergüenza y frustración. ¡Volvió a una Liguilla después de seis torneos ausente, y eso es noticia!

De alguna manera, los celestes tenían que empezar a sacudirse toda la presión que han acumulado durante años y antes de pensar en un campeonato, lo primero era buscar la Liguilla, y ayer lo consiguieron. Tienen motivos de sobra para celebrar y estar contentos, aunque el compromiso no termina aquí. El respeto a la grandeza de una institución hay que defenderlo en todo momento y no le puede bastar a un equipo como Cruz Azul jugar dos partidos más para después despedirse sin gloria alguna. Tendrá que mostrarse ambicioso en la Fiesta Grande y pelear por instancias importantes.

Me da gusto por todos los seguidores cementeros que su equipo vuelva a estar entre los ocho mejores. Siempre he dicho que la suerte le ha jugado chueco a La Máquina, que a pesar de su larga sequía, jugó finales importantes que ya hubieran querido disputar otros equipos. La exigencia y la crítica, sin embargo, han sido durísimas. No es para menos, se trata de un grande y no se le puede consentir, hay que exigirle.

Lo estamos viendo con Monterrey y Tigres, que ayer se enfrentaron en el Clásico del Norte. Ambos han crecido de tal manera que no ganar el título se convertirá en un fracaso enorme. El propio Mohamed lo reconoce. La gran temporada de 37 puntos, no puede tener otro final que levantar el trofeo de campeón en la Liguilla, y Tigres deberá hacer todo lo posible para impedirlo.

Todavía no podemos hablar de cómo quedan todos los juegos en la fase final del campeonato porque hoy el Toluca recibe a Xolos y el América visita al Santos y las cosas pueden cambiar, aunque ya está cantado el duelo Monterrey-Atlas.

Los Zorros festejaron ayer el triunfo de su hermano, Monarcas Morelia, que terminó por hacerles el trabajo para clasificarlos al derrotar al Necaxa, que se quedó sin fiesta. Alguien tenía que llorar.

La Fiera decepcionó en casa al perder con Chivas, que terminó la temporada con 18 puntos. Como se veía venir, el último lugar fue para los Pumas, que cerró una pésima campaña de 3 triunfos, 4 empates y 10 derrotas. El sótano fue más que merecido, pero una campaña así no se puede repetir. El Veracruz también tendrá que mejorar mucho si no quiere descender en el próximo torneo. Sin duda es el gran candidato.

Ya fue mucho futbol, así que hoy me voy al Azteca para ver a los Pats y los Raiders. Luego les cuento.

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