Ahora que se realizó el draft exprés en Toluca y tras una final plagada de jugadores extranjeros, aunque ganó el que más nacionales tenía en la cancha, hay que preguntarse si vale la pena defender la calidad del futbolista mexicano. Primero porque muchas veces creemos que los jugadores de nuestro país están sobrevaluados, que ganan más de lo que realmente rinden. Pero cuando vemos una invasión extranjera queremos salir en defensa de ellos.

La Liga MX ha ido haciendo ajustes y la Comisión del Jugador quiere poner algunos candados para favorecer al producto nacional. ¿Cuál es la realidad? Si fracasan en la Selección, no queremos ni verlos y sabemos que igual tienen un tope porque los últimos Mundiales nos han dejado en claro que el futbolista mexicano no tiene para ir más allá de un quinto partido y lo mejor que le puede pasar es irse a Europa para crecer y desarrollarse en esas ligas. No olvidar que jugadores como Carlos Vela y los hermanos Dos Santos no necesitaron de la Liga MX para proyectarse internacionalmente. Otros como Héctor Moreno y Héctor Herrera no hicieron ninguna maravilla aquí y lograron saltar el charco.

La conclusión sería que si realmente el futbolista mexicano necesita de espacios que no aprovechó en su momento y que su bajo rendimiento provocó que llegaran naturalizados a la Selección, ahora debería estar más comprometido si se reduce el número de extranjeros y si no le pone ganas en este año mundialista que se aproxima para aspirar al Tricolor, será porque no le interesa competir de verdad; simplemente quiere tener trabajo y estar bien pagados. En pocas palabras, tener una zona de confort. De no ser Hugo Sánchez y Rafa Márquez, el futbolista mexicano en general no está acostumbrado a pelear títulos y mucho menos en el plano internacional. Habrá muchos que aquí fueron multicampeones y eso se aplaude, pero ¿qué ganaron más allá de nuestras fronteras? Son pocos los que pueden presumir de títulos en torneos europeos y sudamericanos. Los de la Concacaf no valen porque sería el colmo que ni aquí ganaran.

Si los vamos a defender de esta invasión extranjera y queremos que tengan más lugares, no los critiquemos cuando salen goleados de una Copa América o una Copa Confederaciones. Soy de la idea de que desde aquí se deben acostumbrar a competir, porque al futbolista mexicano más que darle espacios que se deben ganar con esfuerzo y dedicación, hay que sacarlo de su zona de confort.

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