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Como director opino ESTO. Salvador Aguilera
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Salvador Aguilera

20, enero 2018 - 8:43

Como director opino ESTO

Al menos ya se ve unión. Comentaba en este espacio, el día de ayer, que el problema de Oswaldo Alanís con Chivas era justo el momento para que apareciera la recién creada Asociación Mexicana de Futbolistas para apoyar a su compañero.

La reacción se dio con fuerza y eso es una buena señal. Se está acabado la indiferencia y hasta el egoísmo que hay en el gremio. Me llama la atención saber hasta dónde son capaces de ganar. Los futbolistas mexicanos no están haciendo nada malo, tan solo se unieron. No quieren asumir el control del futbol, simplemente buscan respeto y un trato justo.

José Luis Higuera habló sobre la situación de Alanís y dijo que le habían ofrecido trabajo en el Querétaro y no quiso. Y este es justo el problema. El jugador no está obligado a irse a equipos en los que no quiere estar y los directivos creen que deben aceptar cualquier condición.

Por eso urgía que la Asociación se formara, porque no bastaba con el trabajo que venía desarrollando la Comisión del Jugador, que siempre se quedó muy corta en este tipo de problemas. No digo que ya con lo publicado ayer en redes sociales de varios futbolistas, el asunto de Alanís esté resulto. Sin embargo, ya hay una fuerza detrás de él. No está solo y eso le puede ayudar.

Una situación así tendría que irse a otra instancia, para que no se le cierren las puertas al jugador, porque un día de draft no parece suficiente para que todas las transferencias se arreglen. Este tipo de controversias deberían tener un poco más de tiempo, porque se prestan para “ahorcar” al futbolista. Ese tipo de prácticas son las que quiere erradicar la AMF.

Sabemos que los directivos tienen sus mañas. Saben cómo someter a un jugador al que presionan poco a poco, cuando no hay un arreglo, porque tienen el tiempo a su favor. No creo que Alanís esté pidiendo algo que sea una locura. Además, su técnico lo quiere, pero lo dejaron fuera de la pretemporada. No olvidar que Chivas viene de un mal torneo y requiere estar fortalecido en todo sentido para el Clausura 2018.

Después, la orden de mandarlo a la Segunda División también es como aplicarle un castigo por desobediente y de esta manera también le mandan un mensaje al resto de los jugadores, como para que vean lo que les puede pasar si se ponen al brinco. Un club como el Guadalajara, definitivamente, se ve mal.

Alanís, como quiera que sea, necesita jugar, porque también tiene aspiraciones mundialistas. No le costó tres pesos al Rebaño Sagrado. Ojalá que Chivas haga algo inteligente para no verse como verdugo de futbolistas.

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