Llegó el día de la clasificación para México. No es necesario esperar hasta el último partido, si hoy contra Corea del Sur se puede dar un paso decisivo. Los que no imaginamos que se le podía ganar a Alemania –me incluyo– creímos que contra Suecia se iba a definir todo con mucho dramatismo. Bueno, pues gracias a la sorpresiva victoria contra el campeón del mundo, ese drama se puede evitar este sábado.

México ya demostró que trae buen equipo, que los jugadores están a muerte con su técnico y lo están demostrando en la cancha, que es lo más importante, porque en otras épocas se decía lo mismo y lo que veíamos en el terreno de juego no embonaba con los discursos que se escuchaban. Parece que ahora es diferente, con todo y la existencia de las rotaciones. Lo más importante, sin embargo, es la actitud que se le ha visto al equipo. Esas ganas de trascender han contagiado al aficionado mexicano, que también anda con el ánimo y la ilusión por los cielos.

De todas formas, cuidado con Corea. Caer en excesos de confianza frente a un rival urgido puede ser peligroso. Ya lo hemos visto en este Mundial. Islandia, que hizo un gran partido contra Argentina, tenía todo para acercarse a la clasificación si le ganaba a Nigeria, y sucedió justamente lo contrario. Los africanos ganaron su primer partido y ahora definirán su futuro en el torneo ante Messi y la selección de Argentina. Si buscábamos un grupo de la muerte, es éste, el “D”.

Croacia ya tiene boleto a la siguiente ronda y cerrará la fase de grupos frente a los islandeses, a los que se les complicó todo ayer. El problema de Argentina es que no le sirve el empate; le tiene que ganar a Nigeria. El equipo de Sampaoli no puede desaprovechar esta oportunidad de seguir con vida en la Copa del Mundo. Pensar en un triunfo islandés sobre los croatas me parece complicado.

Brasil nos ofreció ocho minutos de futbol, que fue justo el tiempo que compensó el árbitro. Por cierto, el VAR intervino muy bien en esta jornada. Costa Rica perdió y se va sin hacer nada importante en esta Copa. Y luego hay polémica por saber quién es el gigante de la Concacaf.

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