Lo dicho. Era muy complicado que hasta la cuarta fecha, los equipos que había comenzando con paso perfecto, mantuvieran una racha ganadora. Pumas empató sin goles con el peor equipo del torneo; Monterrey perdió en su visita al América y el Cruz Azul, en polémico encuentro, terminó 1-1 en Tijuana.

Si bien universitarios y celestes siguen de líderes, ya tiene presión de otros equipos que empiezan a atacar la cima como las Águilas y el Santos. Además, para la fecha cinco se vendrá un agarrón entre Monterrey y Pumas. Los Rayados dejaron su paso invicto en la capital y tratarán de recuperarse en su cancha. Sin embargo, lo más grave del fin de semana fue la nueva derrota del Rebaño Sagrado. Tras la salida de Matías Almeyda, muchos pensamos que esto podía pasar. La crisis rojiblanca estaba más que anunciada.

No siento que lo que está ocurriendo sea culpa de Cardozo, desde luego que hay una responsabilidad compartida. La directiva, con sus decisiones, tampoco ayuda mucho y los jugadores ya parecen estar cansados y fastidiados. Que al Guadalajara le vaya mal este torneo tampoco es la gran noticia, realmente la noticia sería que les fuera bien. Lo que me preocupa es que serán los representantes mexicanos en el Mundial de Clubes y desde ahora hay serios problemas.

Santos parecía el rival ideal para empezar a repuntar, sobre todo por el golpe que recibieron tras el cambio de técnico, situación que al parecer, favoreció a los laguneros. Tal parece que con la salida de Siboldi saneó el ambiente. Bien por Chava Reyes por debutar con una victoria frente a Chivas. Por cierto, qué mal se ve una conferencia de prensa llena de productos que parecen de la canasta básica. Es triste ver que la mercadotecnia del club Guadalajara caiga tan bajo.

Aplausos para Cruz Azul, que pese al mal arbitraje de Santander, supo sacar el empate con diez jugadores, entregados y comprometidos en la cancha.

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