El tren de las oportunidades

Independientemente de que el “Tuca” siga o no en la Selección y de que el nuevo estratega Tricolor decida darle continuidad a lo que Ferretti está haciendo, los jóvenes seleccionados deben subirse al tren de las oportunidades.

Sean partidos moleros o no, tengan trascendencia o no, vestir la playera de su Selección debiera ser lo máximo para cualquier futbolista. Primero, porque si lo llaman es por bueno, no por malo. Segundo, porque es una vitrina internacional muy importante, y tercero porque seguramente están cumpliendo un sueño, que nunca debe terminar.

Hay quien con el paso del tiempo dice “ya no, muchas gracias”, porque el tiempo no perdona y hay que darle paso a los jóvenes como sucedió, en casos recientes, con Carlos Salcido y Oribe Peralta. Sintieron que cumplieron un ciclo y mejor dieron un paso al costado.

Pero la ilusión siempre debe estar presente y más cuando una carrera está comenzando. Por ejemplo, estos partidos en los que Javier Hernández no fue convocado, seguramente le causaron alguna molestia por más que se vea sonriente en sus redes sociales, porque su cuenta goleadora como máximo romperredes de la Selección no se está incrementando. Si le interesa su Selección y también ese dato histórico, creo que alguna incomodidad debe sentir.

Carlos Vela, quien poco a poco va retomando un buen nivel futbolístico después de haber dejado Europa, fue otro que trascendió gracias a la Selección y después le dio la espalda. Sus razones habrá tenido. Los jóvenes que hoy están emocionados con la convocatoria del “Tuca”, deberán analizar lo que realmente quieren en la Selección.

El tren de las ilusiones ahí está. No pasa siempre, así que hay que aprovecharlo. Cuando se habló de una generación diferente, de un cambio de mentalidad en el grupo que asistió a Rusia 2018, ya vimos que no fue tanto. El cambio de mentalidad también debe verse desde el momento que la oportunidad de vestir la playera nacional existe. No falta el que termina poniéndose sus moños. Y la Selección no está para eso. ¿Quieres defender los colores de tu país? Adelante, ahí está la oportunidad; ven, trabaja y punto, como lo hace cualquier otro deportista, que en lugar de imaginar cosas fregonas, prefiere hacerlas.

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