Peor es rendirse

La Máquina carga una cruz muy pesada, no es fácil perder otra final y decirle al público que seguirán luchando hasta conseguir el objetivo porque hay mucha decepción, pero rendirse es algo peor. Aplaudo la postura de Chuy Corona como capitán del equipo. Da la cara y le habla a todo ese aficionado que se entusiasmó con este Cruz Azul superlíder, que ilusionó como nunca.

Sin embargo, hay bases que se deben aprovechar porque recién comenzó este nuevo proyecto. Por ejemplo, cuando Miguel Herrera llegó al América en su primera oportunidad, fracasó en el intento en un par de torneos antes de darle el título a las Águilas y ahí estaba Ricardo Peláez. Todo fue un proceso, nada se dio como por arte de magia.

Hay que recordar que recién en el Apertura 2017, Paco Jémez los hizo regresar a una Liguilla después de tres años de no alcanzar esa meta. El técnico español se fue, cansado y harto de tanta presión para dejarle su lugar a Pedro Caixinha, con mayor conocimiento del futbol mexicano y con el éxito de haber sido campeón con el Santos, aunque desde el Clausura 2018 probó la gran diferencia mediática y no clasificó a Liguilla.

Con la llegada de Ricardo Peláez y una mejor planeación para el Apertura 2018, además del cambio al Azteca,  los cementeros se fortalecieron y no sólo regresaron a la Liguilla, sino que lo hicieron como el mejor equipo de la competencia, situación que lo llegó a marcar como el gran favorito al título.

Con todo esto que ha vivido como timonel celeste, Pedro Caixinha ya se dio cuenta dónde está parado y seguramente entendió que con un grande no puede jugar como si dirigiera un chico, porque las cosas no funcionan así, aunque siempre existen excepciones.  De cara al próximo año, hacia el Clausura 2019, La Máquina deberá  pasar a revisión y cambiar algunas piezas para entonces sí ir en busca de ese título que tanto se le ha negado, porque creo que a Chuy Corona y a todo el plantel le queda clara una cosa: lo peor es rendirse.

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