Genio y figura

Entre los mejores jugadores del futbol mexicano siempre estará Cuauhtémoc Blanco. Si bien su carrera en Europa no fue la esperada porque una lesión se atravesó en su camino, cada vez que se ponía la playera de la Selección Mexicana marcaba diferencia, mucho más que algunos que podían presumir su paso por el futbol europeo.

Me atrevo a decir que las canchas extrañan a un jugador como el Temo, al que le vimos goles fantásticos y que sigo pensando le hizo mucha falta al Tricolor en el Mundial del 2006, porque mínimo anotaba un gol con el que pudo cambiar la historia en algún partido, ya sea contra Angola, Portugal o Argentina.

Ya sabemos la historia de lo sucedido en aquella ocasión, pero tuvimos el gusto de ver al Cuau en Francia 98 y también en Corea-Japón 2002, además de todas las ocasiones que marcó diferencia en los juegos eliminatorios y en torneos como la Copa Oro y la Copa América.

Con la playera del América también tuvo una historia fantástica, y fui de los pocos periodistas, enviados en la Copa Libertadores, que vivió en el Campín de Bogotá aquel partido increíble cuando el 10 americanista se despachó con tres goles y apagó lo que era un auténtico hervidero frente al América de Cali. Fue algo impresionante. Qué ganas de ver nuevamente a los grandes del futbol mexicano en ese tipo de torneos, pero sobre todo sería sensacional ver de nuevo en las canchas a un jugador con el carácter, el atrevimiento y el descaro que tenía Cuauhtémoc Blanco, genio y figura.

Fue un héroe de mil batallas que ahora tiene otro tipo de responsabilidades que son más importantes que el futbol. Sin embargo, no creo que pueda estar tan alejado de un balón y en algún momento volverá para ponerle sal y pimienta al balompié nacional. Quiere ser técnico, dirigir al América y también a la Selección. Finalmente, el futbol es su vida y hoy Cuauhtémoc se dará tiempo para celebrar sus 46 años, porque ayer ya partió pastel junto con ESTO.

salvador@esto.com.mx