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Como director opino ESTO. Salvador Aguilera
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Salvador Aguilera

14, febrero 2019 - 1:00

Como director opino ESTO

El amor acaba

De Pumas se han ido muchos jugadores como para atreverme a decir que en todos los equipos de la Liga MX ha habido alguno que vistió la playera universitaria, pero en los últimos años no hubo tanta expectación por el regreso de un ex Puma a CU.

Y este fenómeno tiene una simple explicación: Nicolás Castillo, a diferencia de otros jugadores, sí conquistó el corazón del aficionado universitario. Por ejemplo, Pablo Barrera se fue y volvió sin tanto escándalo. Y cada vez que volvía a CU con otra playera, tampoco se generaba polémica como ahora.

Lo de Nico fue un idilio más intenso, de esos amores que no se olvidan y de los que se espera siempre su regreso. Este domingo, el delantero chileno volverá, pero lo hará de la peor manera.

Aquella hermosa relación con la afición universitaria terminó en odio y todo por irse con otra institución, y por vestirse con otra playera que en CU no es bienvenida. La rivalidad entre Pumas y América es tan fuerte que ya de amor entre Castillo y la fiel afición auriazul no queda nada. Al contrario, ni un perdón es suficiente. Sí, el amor acaba.

El rompimiento fue total y, en este caso, cualquier explicación no sirve de nada. Insisto, ante la interminable lista de jugadores que se han ido de Pumas –muchos de ellos hechos en CU–, es para que la afición universitaria ya estuviera acostumbrada y no se extrañara de que uno de sus ex jugadores vuelve a casa con otra playera.

A Castillo nadie le aplaudirá el domingo su regreso al estadio Olímpico; que se fuera al América dolió más que la eliminación por goleada en la Liguilla pasada. No cabe duda que tanto amor se convirtió en odio.

OTRO ROMPIMIENTO. Sorpresivo adiós de Juan Carlos Osorio como técnico de Paraguay. Me extraña porque había llegado muy entusiasmado al inicio de una nueva aventura, cuando aquí le rogaron para que se quedara. Afortunadamente el “Tata” es mejor técnico que el colombiano, y en Paraguay hicieron bien en no rogarle al padre de las rotaciones. Con México tuvo una relación muy falsa y con Paraguay un amor fugaz. ¿A quién le hará ojitos ahora?

salvador@esto.com.mx