Otra vez Maradona

Con o sin la mano de Dios, tal vez con una dosis de suerte, como lo quieran ver, otra vez Diego Armando Maradona tiene a los Dorados cerca de una final en la Liga de Ascenso después de un mal inicio de torneo, pero en cuanto el técnico argentino se recuperó de la operación que tuvo, se puso a trabajar y empezó a dar resultados.

No quiero exagerar, porque me gusta el equilibrio en las cosas, pero tampoco Dorados tiene el mejor equipo como para pensar que es normal verlo en la antesala de una gran final. Creo que Maradona muestra que sabe trabajar, que ya sin Mario García, lo hizo de nuevo. Levantó a Dorados, aunque todavía restan 90 minutos para sellar su boleto a la final.

Mineros es uno de los favoritos al título por el gran torneo que hizo. Toda la maquinaria del Grupo Pachuca está detrás de este equipo y de una plaza como Zacatecas que anhela llegar a la Primera División. En ese sentido, los Dorados ya han vivido esa grata experiencia y esperan volver, aunque de concretar su pase, podrían encontrarse de nuevo con el gran favorito al ascenso: el Atlético San Luis, que ayer empató en Mérida.

JÉRÉMY MÉNEZ

Qué manera de dramatizar por un pésimo fichaje como tantos que hay en el futbol mexicano, y si del América se trata, la lista de refuerzos fallidos es larguísima. Lo de Ménez se veía venir después de la grave lesión que sufrió. Estuvo ausente mucho tiempo y la verdad es que nunca pintó. Si se va, no pasa nada, lo agregamos sin problemas a las estadísticas. Tampoco estamos hablando de un jugador fundamental que marque diferencia, así que está de más hablar de un americanista que fue más un fracaso, que un éxito.

La obligación de América está muy por encima de los jugadores que puedan rendir o no. Ahí está el caso del “Cepillo” Peralta, que ha venido a menos, que también estuvo lesionado y no por eso, el campeón se va a escudar en las bajas que tiene para argumentar un fracaso. Si el América no es Oribe Peralta, mucho menos es Jérémy Ménez. Para mi gusto, es más grave que Cruz Azul le haya dado la espalda a un jugadorazo como Ángel Mena, dispuesto a trabajar y a sacrificarse en la cancha por el equipo, que hablar de un francés que vino de paseo.

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