El hambre de “Zague”

Martinica le trae gratos recuerdos a Luis Roberto Alves, porque no cualquiera hace siete goles con la playera de la Selección en un partido oficial de Copa Oro, aunque después digan que esos goles no cuentan para la FIFA, porque Martinica no es un país afiliado a dicho organismo.

Como quiera que sea, los que estuvimos aquella vez en el Azteca recordamos aquel festín de “Zague”, quien vivió una tarde inolvidable, de las tantas que tuvo en su carrera, creo que esa con la Selección fue más que significativa. ¿Quién podría hacerlo de nuevo?

México y Martinica se vuelven a encontrar justamente hoy en otra Copa Oro y sería fabuloso que algún jugador salga en plan de superhéroe y repita una hazaña como la que se vivió en aquel lejano 1993.

Ver para creer. “Zague” vivía un gran momento y, de la misma manera, México se alistaba para ir al Mundial de Estados Unidos. Hoy, que el Tricolor está enrachado y que de la mano de Martino practica un futbol ofensivo, creo que la ocasión pinta para otra goleada histórica, aunque no basta con eso, el jugador debe tener un hambre insaciable como Luis Roberto lo mostró en su momento y aunque en la actualidad se tienen más jugadores en Europa que en aquellos tiempos, pareciera que el futbolista mexicano ya no está tan hambriento.

Nunca entendí por qué “Zague” no fue a Europa, algunos decían que por su falta de cabeceo o porque nada más le pegaba al balón con una pierna. Excusas tontas a mi parecer, porque cualquiera de esos detalles lo superaba con su actitud y entrega en la cancha. Entregado a muerte, comprometido y letal. Por algo es un inmortal del América y de la Selección Nacional. Ahora con menos de eso se van Europa. El hambre que tenía “Zaguinho” en la cancha no se la veo hoy a ningún seleccionado, incluidos los que ahora no están, porque si mostraran la mitad del hambre que tenía el hijo del “Lobo Solitario”, estarían partiéndose el alma por su Selección.

Luis Roberto le hizo siete goles a Martinica, y además terminó como campeón de goleo con once tantos en aquella Copa Oro, cuando ir a la Selección todavía era un privilegio.