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Como director opino ESTO. Salvador Aguilera
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Salvador Aguilera

23, julio 2019 - 1:56

Como director opino ESTO

Premio mayor a Trelles

Don Nacho, buenos días. Sé que todos los días tiene el ESTO en la mesa junto a su desayuno y que es fiel al Diario de los Deportistas desde su primera edición en septiembre de 1941 y es un honor saber que una figura del futbol mexicano como usted empieza cada día con toda nuestra información.

Infinidad de veces ocupó la portada de nuestro diario por sus múltiples éxitos deportivos, que lo han hecho un personaje único de nuestro balompié, desde aquel ascenso con el Zacatepec y todos los títulos en Primera División que vinieron después para colocarlo durante muchísimos años como el técnico más ganador de la historia y aunque ahora dicen que el “Tuca” ya lo alcanzó, tal vez olvidan que usted dirigió torneos largos, y no podía presumir de los grandes presupuestos ni de una invasión extranjera como la que existe ahora. Bueno, basta ver que un equipo como las Chivas, que juega con puros mexicanos, la está sufriendo. Claro, si usted hubiera dirigido al Guadalajara, seguramente el Rebaño tendría más títulos. Por si fuera poco, usted sí se dio tiempo de dirigir a la Selección Nacional.

Y de la propia historia del ESTO, ni hablamos, usted sabe más que nosotros, porque mientras dirigía, ganaba, perdía, discutía y hablaba, nuestra redacción contaba con material de sobra para tener qué contarle a todos nuestros lectores entre los que, obviamente, estaba el famoso entrenador de la cachucha y las grandes polémicas, que lo hicieron también un fuera de serie.

Ahora vemos su imagen en un billete de la Lotería Nacional y no me extrañaría que caiga el premio mayor en algún lugar en donde hizo brillar su magia como entrenador. Don Nacho, ahora si me permite y antes de que se le enfríe su desayuno, le pediré a todos los lectores de ESTO que compren su cachito de la Lotería, porque usted siempre fue sinónimo de éxito y si no le pegan al gordo, que conserven su billete como amuleto de la buena suerte. Saludos a sus hijos y sus nietos, a los que también les heredó el gusto por el ESTO. Infinitas gracias.